Una vez más, la empresa de la limpieza muestra su fortaleza y se encuentra en una nueva cruzada con sus trabajadores al frente. Unas veces por la tardanza del ingreso de las nóminas, otras por promesas incumplidas en tiempos pretéritos y otras muchas con tediosas negociaciones con los sindicatos. Mientras, la ciudad recibe el verano con la basura sin recoger y con un estado lamentable de la limpieza en el conjunto de la ciudad.
Estas son las consecuencias de la concesión del Gobierno de Juan Vivas a una empresa que no contaba con ningún bagaje y supo convencer al ejecutivo. Ya vemos el efecto de tan gran idea y el resultado de la falta de gestión de un gobierno nefasto en la negociación y condicionado siempre a acudir a los habituales. Esa forma tan particular de Juan Vivas llevar la ciudad, donde aparecen sus limitaciones a cada momento y que jamás ha dejado de sembrar truenos con mediocres.
Ahora, presume en los corrillos de prensa anunciando la ruptura del contrato con la empresa de limpieza. Su mala cabeza hará que tengamos que pagar los contribuyentes una indemnización por la resolución de la concesión por él firmada. El colmo del disparate de quien no se siente nunca culpable de sus errores. Obviando y desentendiéndose con unas cuantas frases hechas que hace mucho que aburren y desesperan a partes iguales. Sigue usted manejando la ciudad como un desastre y nosotros sufriéndolo. Si usted paseara por la ciudad a pié vería el despropósito de su labor.