El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha causado revuelo al respaldar públicamente al partido Sueño Georgiano tras las elecciones legislativas en Georgia. En una rueda de prensa conjunta con el líder georgiano Irakli Kobajidze, Orbán afirmó que los comicios fueron «libres y democráticos», a pesar de las críticas de la oposición y observadores internacionales.
La visita de Orbán a Tiflis no ha estado exenta de polémica. A su llegada, fue recibido con abucheos por parte de manifestantes opositores que cuestionan la legitimidad de las elecciones. Sin embargo, Orbán fue el primero en felicitar al partido gobernante, que busca mejorar las relaciones con Rusia.
Bruselas ha dejado claro que la visita de Orbán es de carácter bilateral y no representa la postura de la Unión Europea. La UE ha expresado su preocupación por las presuntas irregularidades en las elecciones y ha instado a una investigación exhaustiva.
Recomendaciones de Orbán a Georgia
Durante su reunión con Kobajidze, Orbán aconsejó no tomar en serio las críticas de Bruselas, sugiriendo que estas son comunes cuando los conservadores ganan elecciones. «La política europea se basa en que si ganan los liberales es democrático y si ganan los conservadores, no lo es», declaró Orbán.
En redes sociales, Orbán reiteró su postura, afirmando que Georgia no necesita «sermones inútiles» de la UE, subrayando la importancia de la soberanía nacional en las decisiones políticas.
Georgia y su camino hacia Europa
A pesar de las acusaciones de ser prorruso, el gobierno georgiano ha reafirmado su compromiso con la integración europea. Kobajidze agradeció el apoyo de Orbán y destacó que la integración en la UE sigue siendo una prioridad para Georgia.
Orbán elogió a Georgia por no convertirse en «una segunda Ucrania», destacando la elección del pueblo georgiano por la paz y la estabilidad en lugar de conflictos innecesarios.
Reacciones internacionales
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, denunció las elecciones como fraudulentas y prometió luchar por el retorno de Georgia al «camino europeo». La UE ha congelado las negociaciones de ingreso con Georgia debido a leyes consideradas prorrusas y ha solicitado una investigación sobre las irregularidades electorales.
Por otro lado, el Kremlin ha pedido a la UE y a Estados Unidos que cesen de presentar ultimátum a Georgia, defendiendo el resultado electoral como una expresión legítima de la voluntad del pueblo georgiano.
La situación en Georgia sigue siendo tensa, con la comunidad internacional observando de cerca los desarrollos políticos y las acciones del gobierno georgiano en respuesta a las críticas internas y externas.