Pablo M. Díez, conocido por su labor como corresponsal en Asia para el diario ABC, nos ofrece una mirada íntima a su carrera en una reciente masterclass. Con un estilo acogedor y humorístico, Díez compartió su trayectoria desde sus inicios en Sevilla hasta convertirse en un referente del periodismo internacional.
Durante su presentación, Pablo confesó que nunca se sintió periodista de vocación, pero siempre tuvo el deseo de descubrir el mundo y contar historias. Tras estudiar periodismo en Sevilla y Madrid, comenzó su carrera en un periódico local en Córdoba antes de unirse a ABC. Su primer gran viaje fue a Bosnia en 2001, seguido de Afganistán y Kosovo.
Con una determinación inquebrantable, Pablo decidió ir a Pekín en 2004, destacando la importancia de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Su cobertura de desastres naturales comenzó con el terremoto de Yogyakarta en 2006, una experiencia que describió como un ‘bautismo de fuego’.
En Birmania, durante el ciclón de 2008, Pablo utilizó su ingenio para obtener un visado haciéndose pasar por turista. Esta experiencia le enseñó que a veces, la mentira puede ser una herramienta necesaria para continuar con una historia.
El terremoto de Sichuán en 2008 y el desastre nuclear de Fukushima en 2011 fueron coberturas que marcaron su carrera. En Fukushima, enfrentó la devastación del tsunami y la amenaza de la radiación, experiencias que plasmó en su libro Fukushima mon amour.
En Filipinas, tras el tifón de 2013, Pablo durmió en la pista de un aeropuerto, enfrentándose a condiciones extremas para cumplir con su deber. En Nepal, tras el terremoto de 2015, su experiencia previa en el país le permitió gestionar la cobertura con mayor facilidad.
Su última gran cobertura fue el terremoto de Turquía en 2023, donde destacó la solidaridad turca y la corrupción en la construcción que el desastre sacó a la luz.
Al concluir su charla, Pablo ofreció ‘consejos catastróficos’ a los estudiantes: abastecerse de comida y agua, llegar al epicentro de la catástrofe y visitar hospitales locales para entrevistar a los heridos. Subrayó que enfrentar situaciones catastróficas limpia la perspectiva de los problemas personales.
En 2020, su trayectoria fue reconocida con el premio al mejor corresponsal español en el extranjero. Pablo Díez concluyó su intervención agradeciendo la oportunidad de haber vivido y aprendido tanto a lo largo de sus 17 años de carrera.