La directora de Políticas y Campañas de CEAR, Paloma Favieres, explicaba el pasado 29 de junio, la situación de las personas migrantes y refugiadas en Ceuta durante la sesión de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo (LIBE)
Paloma Favieres ha denunciado ante el Parlamento Europeo que tras llegada de casi 10.000 personas a Ceuta a mediados de mayo, en lo que supuso una crisis humanitaria sin precedentes, se produjeron devoluciones contrarias a derecho, porque no se cumplieron con los estándares internacionales. «No hubo identificación individual, ni detección de perfiles vulnerables ni de posibles solicitantes de protección internacional…», señaló.
Asimismo, recordó que lo que volvió a constatarse es que las políticas de externalización de fronteras con terceros países no solo no ofrecen soluciones duraderas y permanentes, sino que favorecen la instrumentalización de personas para ejercer presión política, «urge un nuevo enfoque en las políticas migratorias. Controlar las fronteras sin abordar las causas lleva a confundirnos una y otra vez», declaró.
La directora de Políticas y Campañas también denunció que la mayoría de menores fueron expulsados, aunque aún quedan «aproximadamente 800 hacinados en dependencias y un número sin determinar en la ciudad con miedo a ser expulsados». Al mismo tiempo, reclamó un cambio de narrativa para huir de pronunciamientos como los que presentaron esos días a las personas migrantes como una amenaza, que «solo generan discursos de odio que ponen en riesgo la convivencia».
Por último, pidió a las autoridades europeas un mecanismo de solidaridad compartida para que los países que son fronteras exteriores de la UE no tengan que asumir toda la responsabilidad, «es necesario poner el foco en la reubicación, no solo entre CC.AA., también entre los países miembros de la UE», concluyó Paloma.