Denuncia Abdelkamil Mohamed presidente de la Asociación de vecinos Príncipe Alfonso
La Barriada Príncipe Alfonso, un enclave crucial durante las campañas electorales, sigue sumida en el olvido institucional, según denuncian sus vecinos. A pesar de su relevancia como bastión de votos para algunos partidos de la oposición, la falta de iniciativas y acciones concretas tras los comicios ha dejado en evidencia un patrón que indigna a la comunidad: el uso electoralista de la barriada.
Los vecinos apuntan no solo al Partido Popular, que obtuvo pocos votos en esta zona y cuya inacción podría esperarse dentro del cálculo político, sino también a los partidos que sí lograron un apoyo significativo en Príncipe Alfonso. Para los residentes, es inaceptable que quienes prometieron soluciones durante la campaña hayan abandonado a la barriada una vez asegurados los resultados en las urnas.
Abandono crónico y demandas urgentes
Príncipe Alfonso enfrenta una lista larga de problemas que, año tras año, siguen sin solución. Entre ellos, destacan las fugas de aguas fecales, la falta de iluminación, la acumulación de basura y el estancamiento de proyectos clave, como la apertura del centro cívico, el parque terminado pero sin uso, el antiguo mercado y la rehabilitación del Fuerte del Príncipe. Estas carencias no solo afectan la calidad de vida de los vecinos, sino que también reflejan un desinterés generalizado por parte de las instituciones.
“Para algunos políticos, Príncipe Alfonso solo existe durante las campañas electorales”, lamentan los residentes, quienes denuncian que, tras depositar sus votos, las promesas caen en el olvido.
Un llamado a la responsabilidad política
Los vecinos exigen un cambio inmediato en esta dinámica. Reclaman que sus representantes, especialmente aquellos que lograron un amplio respaldo en la barriada, asuman su compromiso con acciones concretas. Inversiones en infraestructuras, limpieza, mejoras en la seguridad y la apertura de proyectos paralizados son algunas de las demandas urgentes que han planteado.
“No queremos ser el trampolín electoral de quienes solo se acuerdan de nosotros cada cuatro años”, manifiestan con indignación, pidiendo que la atención política no sea un privilegio reservado para las campañas, sino una constante en el ejercicio del poder.
Príncipe Alfonso demanda un trato digno y equitativo, y sus vecinos dejan claro que ya no tolerarán más promesas vacías. Ahora, es el turno de los políticos de demostrar que la barriada no es solo un número en las urnas, sino una comunidad con derechos y necesidades que merecen ser atendidas.