No se nos debe olvidar a los ceutíes los derechos y obligaciones a cambio de ser reconocidos como miembros de una sociedad moderna y avanzada. La mayoría de los debates suscitados por los que gobiernan actualmente, han permanecido encerrados en el tiempo en estrechos márgenes que no han servido para nada en el crecimiento de una ciudad que se desmorona día a día.
Si queremos una sociedad modernizada, necesitamos gestores que no estén anclados en la demagogia. El lenguaje de los derechos tiene que complementarse con el de las responsabilidades y obligaciones. En concreto, el énfasis de los derechos de la ciudadanía debe constituir uno de los pilares centrales del desarrollo de sociedades democráticas del bienestar, dejando una nueva visión en la que los derechos y deberes se complementen y donde la obligación cívica de implicarse y participar en la marcha de los asuntos de una comunidad, adquiera nuevos retos.
Es necesario crear un nuevo escenario para nuevos líderes políticos que estén dispuestos a dar soluciones a los indicios de crecientes insatisfacciones de los ciudadanos con el sistema del actual funcionamiento político, llevando como abanderadas las preocupaciones colectivas por la calidad de vida democrática y las limitaciones. El surgimiento de un nuevo tipo de actor político que introduzca en el debate nuevos temas de discusión, planteando en la esfera pública nuevas demandas implicándose de una forma diferente a la actual.
Estamos necesitando un cambio político con una fuerte dirección que deje los estereotipos que actualmente existen de regímenes autoritarios que solo quieren el bien para sí mismos. Por ello, es de suma importancia tener un liderazgo que desee apartarse de este status quo para trabajar sobre los problemas que realmente interesan, que no son otros, que servir y ayudar zanjando las necesidades del día a día del pueblo.
Todo partido político que quiera gobernar en Ceuta tiene como obligación ofrecer proyectos reales en sus programas electorales que permitan solucionar los problemas económicos y sociales existentes como la pobreza, la inflación, o la desigualdad que está viviendo la gente de Ceuta, todas son causadas por las políticas que han ido marginando a esta gran ciudad.
Por ello es sumamente importante que cuando acudamos a las urnas, pensemos en políticos que sepan gestionar y no dilapidar el dinero público y no dejarnos engañar con campañas con las que quieren maquillar el desastre en el que se encuentra inmersa nuestra tierra.