El presidente del Gobierno ha comparecido ante el Congreso de los Diputados para reafirmar el compromiso con las ciudades autónomas trasladado la semana en su visita a Ceuta y explicar que apoyan la propuesta marroquí de autonomía saharaui para “contribuir a la solución de un conflicto enquistado”, a la que hay que llegar siempre “dentro del marco de Naciones Unidas y con el acuerdo de las partes directamente implicadas”
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha comparecido hoy ante el Congreso de los Diputados para explicar, junto a las medidas del plan de choque contra la guerra en Ucrania, las nuevas relaciones con Marruecos y el giro político en su posicionamiento respecto al Sáhara Occidental. El presidente visitó el miércoles pasado las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde ratificó el inicio de nuevas relaciones con el país vecino basadas en el respeto a la integridad territorial. Una semana después, ha vuelto a insistir en la importancia de resolver la crisis diplomática abierta desde el mes abril del año pasado cuando España acogió a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario (movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental), cuando precisaba de atención sanitaria por su contagio de coronavirus.
Sánchez ha reafirmado que “Marruecos es un socio estratégico indispensable” con intereses compartidos, con el que a lo largo del tiempo se han vivido momentos “de todo tipo”, recordando la crisis por el incidente de la isla del Perejil. “Esta nueva etapa tendrá una ruta clara y que cerrará una crisis que veníamos arrastrando”, ha aseverado, y es que el principal objetivo del Gobierno es “defender los intereses de España y hacerlo ajustándonos siempre a las coordenadas de la UE”.
Sobre el Sáhara, el jefe del Ejecutivo nacional señala que “más que un giro hay que hablar de un paso más en el camino que se inició hace 14 años cuando el Gobierno español aprobó la propuesta marroquí de autonomía como una contribución valiosa para la solución de un conflicto que lleva más de cuatro décadas enquistado”.
“No hay desinterés ni desatención hacia el sufrimiento del pueblo saharaui, lo que hay es el propósito firme para contribuir a la solución de este conflicto sin perspectiva de resolución. Todo ello dentro del marco de Naciones Unidas y con el acuerdo de las partes directamente implicadas”, ha aseverado. Esto para establecer con Marruecos unas relaciones que permitan seguir colaborando en el control de la migración, de las relaciones económicas y comerciales y tambien de la lucha antiterrorista.
Carta a Mohamed VI
Por eso, en su carta al Rey Mohamed VI trasladó su intención de “construir una relación basada en la transparencia y comunicación permanente, el respeto mutuo y la abstención de toda acción unilateral para evitar futuras crisis entre nuestros países”.
Este viernes, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, Jose Manuel Albares, viajará a Rabat para poner en marcha esa hoja de ruta que en primer lugar buscará “garantizar el territorio seguro que una frontera capaz de garantizar el cumplimiento de personas y mercancías”. Sánchez ha explicado que se creado una comisión interministerial para plantear escenarios, opciones de reapertura de las fronteras y un protocolo que defina el criterio de entrada en el territorio español que “asegure el trafico seguro y fluido”.
Además, ha reafirmado su “compromiso de Estado” con las ciudades de Ceuta y Melilla recordando que se está elaborando el Plan Estratégico para ambas autonomías en el norte de África. “Reivindico el camino que hemos tomado que es el de la política real, el sentido de estado, estabilidad, la prosperidad de nuestro país y de dos ciudades autónomas tan importantes como es Ceuta y Melilla”, ha añadido.
En la carta dirigida a Mohamed VI, Sánchez reconocía “la importancia que tiene el Sáhara para Marruecos”, y manifestaba que “España considera la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más serie, creíble y realista para la resolución de este diferendo”. Pero el presidente ha querido explicar “con detenimiento estas palabras”, asegurando que también reafirmaba en su carta que la solución del conflicto tiene que estar siempre dentro del marco de Naciones Unidas.
“Es el único marco posible, no hay otro, y a su vez España apoya que la solución sea mutuamente aceptada por las partes, porque también es la única solución posible. Reconocemos lógicamente los esfuerzos de Marruecos por alcanzar una solución y por eso afirmo que la propuesta de 2007 es la base más seria. Lo que el Gobierno de España cree es que tras muchos años de conflicto y estancamiento esta la base para construir una solución”. Además es una posición, ha asegurado, “alineada con nuestros socios europeos” como Francia y Alemania, además de por la Comisión Europea y el Gobierno de Baiden en EEUU.
Sánchez ha tomado esta decisión “con plena voluntad de dar un paso hacia delante” pero no obstante, ha dicho, “es oportuno señalar del Gobierno, de diferente signo político, se han encontrado con esta cuestión del Sahara Occidental han entendido siempre su enorme complejidad. Yo los que les pido a ustedes es que valoren también esa complejidad. Hemos reafirmado y profundizado nuestra posición precisamente ahora que se ha abierto una nueva ventana de oportunidad para retomar las negociaciones. Las partes pueden alcanzar después de 46 años una resolución al conflicto o al menos abrir un nuevo proceso de negociación, ya que se ha designado un enviado especial de Naciones Unidas”.
Por último, el presidente ha querido mostrar su “apoyo de España al pueblo saharaui, somos el principal donante de ayuda humanitaria a los campamentos de refugiados saharauis y tengan la seguridad de que vamos a seguir brindando ese apoyo”.