«El sueño de la esperanza» ha sido la banda sonora de la Marcha por la Dignidad 2019. Ha sido interpretada en tres ocasiones por su autor, Pedro Sosa (Isla Cristina, Huelva, 1975). Este cantautor ha colaborado con Melendi, Jorge Drexler, Ismael Serrano o Pedro Guerra. Compagina el arte con su trabajo de médico especializado en curas paliativas y la vocación de cooperante. Le entrevistamos en la frontera del Tarajal, minutos después de la tercera interpretación de «El sueño de la esperanza».
¿Por qué has venido aquí este año?
He venido invitado por las hermanas Vedrunas (Asociación Elín) porque era un sitio en el que sencillamente me apetecía estar. Es hora que los europeos nos reconciliemos con nuestra capacidad de acogida, ser cara y ser voz de la gente que no puede expresarse, porque siguen muriendo a las puertas de nuestras casas. Creo que es momento de recuperar la capacidad de transformación de las personas. Y como español y como europeo me avergüenzo de vivir en un país que cierra las puertas a la gente que lo necesita. Creo que hay que estar aquí.
¿Como te has sentido cantando aquí en el Tarajal?
Para mi es muy especial porque tengo la suerte de haber trabajado en muchos sitios del mundo y he podido comprobar en mi propia carne porqué la gente echa a andar de sus casas un día, porqué la gente busca dignidad en sus vidas. He visto morir gente en Centroamérica, en zonas de África, etc. Y estar aquí es como ver el final del camino – que nosotros hacemos final y que no debería de serlo-. Para mi estar aquí es a la vez un privilegio y a la vez una vergüenza: no deberíamos estar aquí hoy, ni estar viendo la valla que estamos viendo mientras tú me entrevistas. Es un privilegio porque necesitamos estar aquí y hacer valer la necesidad de transformar la realidad y la sociedad. A la vez es triste estar aquí.
¿Cuándo y como compusiste esta canción?
Esta canción la compuso un amigo mío que se llama Carlos de Juan Conejo que estuvo trabajando haciendo documentales en relación a las pateras que llegaban a Tarifa. Y una noche que vio algo muy fuerte con una familia que llegaba en patera, la escribió. No se dedica a la música y hace 25 años que me la regaló para darle salida.
¿Qué reacción tiene la gente cuándo interpretas esta canción?
La misma que la de hoy. Tengo la suerte después de haber viajado y de haber tocado en muchísimos sitios. Creo que mucha gente no quiere esto y que mucha gente no está orgullosa de esto (mira la valla). Y creo que hay más gente en el mundo deseando que cambien las cosas, creando nuevos paradigmas de relación entre los hombres y las mujeres a los que tenemos ahora. La experiencia es buena y creo que despierta ese deseo que tenemos todos de vivir en paz.
¿Habías venido a Ceuta antes?
Nunca.
¿Cuál ha sido tu impresión de la ciudad?
Pues ahora mismo es penosa con esta valla aquí. Y creo que no le pega nada a Ceuta: es una maravilla pasear por calles eclécticas y calles llenas de gente de distintas nacionalidades, distintos idiomas, vestidas de forma distinta. Me encanta Ceuta pero esta valla no le pega nada.
Has escogido el arte como forma de vida. ¿Cómo incides en la gente a través de él?
Creo que la música tiene la capacidad de despertarnos a lugares donde nosotros mismos no somos capaces de despertar. Cuando uno compone una canción, cuando uno canta, tiene que plantearse a qué nivel vive. Porqué es a ese mismo nivel al que quieres despertar a quien te escucha. Creo que la música tiene la capacidad de despertar a nivel profundo, a unos niveles que no son racionales y que tocan lo más esencial de cada hombre. Yo sí creo que es una forma de transformación social.