Pese a que fueron unas 80 las personas que se concentraron para atacar el vehículo oficial, entre los que se encontraba el gerente de una sociedad municipal y ex consejero del gobierno de Juan Vivas (PP), Gregorio Garcia Castañeda, solo se detuvo a dos personas, uno de ellos se conformó y el otro se enfrenta a pena de prisión
La fiscalía de Ceuta ha imputado a un ciudadano de Ceuta dos presuntos delitos de resistencia y desobediencia grave a la autoridad pos saltarse los cordones policiales para increpar, insultar e incluso golpear el vehículo oficial donde viajaba el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en la visita que ambos realizaron a la cuida de Ceuta cuando miles de inmigrantes estaban cruzando irregularmente a España el 18 de mayo del pasado año.
Además el fiscal también pide que el imputado, único que tendrá que ir a juicio, ya que el otro detenido aceptó ser condenado durante la instrucción de la causa, sea condenado a pagar de 12 euros diarios en 24 meses y 252,38 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños causados a un vehículo policial.
Los hechos ocurrieron cuando un grupo de unas 80 personas se concentró frente al helipuerto de Ceuta para esperar la llegada de Pedro Sánchez, al que exigían medidas contundentes ante lo que estaba ocurriendo en la frontera con Marruecos. La cosa no quedó en una simple y pacífica protesta. Antes de la llegada del Presidente, un grupo de esas personas también la tomó con los periodistas allí desplegados al grito de “vendidos” y otros insultos intentado amedrentar a los profesionales convocados. Tras la llegada del helicóptero el grupo empezó a subir de tono las protestas cuando la policía allí desplegada les invitaba a no cruzar la línea dispuesta.
Al salir los vehículos con las dos autoridades un grupo consiguió romper el cordón que formaban varios agentes de la policía nacional logrando estar justo en la vía donde llegaron a golpear a base de patadas y puñetazos la parte delantera del vehículo oficial donde viajaban los escoltas del presidente y el ministro.
Tras los sucesos la jefatura superior de la policía nacional abrió una investigación que acabó con la identificación de dos manifestantes autores del ataque a la comitiva presidencial, teniendo uno de ellos antecedentes por resistencia a la autoridad.
En el grupo concentrado en el helipuerto de Ceuta se encontraba también haciendo aspavientos y gestos poco decorosos un gerente de una sociedad municipal y ex consejero del gobierno de Juan Vivas (PP), Gregorio Garcia Castañeda, que fue cesado fulminantemente tras los hechos que el propio ejecutivo ceutí tachó de bochornosos. El Psoe de Ceuta condenó los hechos y fue quien pidió el despido del gerente de Obimace, sociedad que se dedica a las obras y arreglos urbanos en la ciudad autónoma. El presidente de la ciudad, al poco tiempo de cesarle, le nombró asesor.