El Chatito, que protagonizó varios vídeos virales este verano, se enfrenta a un juicio por delito de desobediencia grave en el que el fiscal pide su ingreso en prisión durante un año. Los hechos ocurrieron el 25 de julio cuando -el propio acusado lo reconoce- se dio a la fuga en moto de agua tras un «alto» de la Guardia Civil.
Por el delito de desobediencia grave -reconocido por el infractor- y en base a las acciones temerarias para con su vida y la del resto de personas con las que se encontró en su huida, el fiscal pide que la pena que el juez imponga sea la privación de libertad durante un año, en lugar de la multa habitual con la que se suele sancionar este delito.
El peligro en el que El Chatito habría puesto su vida, y la del resto de personas que se cruzaron en su camino, se extrae de los testimonios de los guardias civiles que coprotagonizaron la persecución. Uno de los agentes incluso ha puntualizado que «podría haber matado a cualquiera«, en alusión a los propios agentes; a la persona que viajaba «de paquete» con El Chatito; y a los bañistas que había en la playa donde El Chatito embarrancó su moto. Así lo ha adelantado el Faro de Ceuta, que además señala que el fiscal ha hecho constar que el acusado ya fue condenado hace años con un multa por el mismo delito.
El Chatito se viralizó este verano
Se hizo viral el pasado verano tras difundirse un vídeo suyo en el que alardeaba a bordo de una presunta narcolancha de su pericia como «piloto». Tanto fue así, que los medios nacionales se hicieron eco de su vídeo, y llegó a ocupar espacio televisivo en informativos y tertulias matutinas. Para echar más leña al fuego, apareció otro vídeo suyo. Esta vez, con lo que parecen ser fajos de billetes empaquetados, y gritando como si estuviese vendiendo turrones.
El propio «Chatito» publicó un nuevo vídeo en el que explicaba que la lancha la encontró en el auga y aprovechó para grabarse, pero asegurando que en ningún caso es un narcotraficante, sino «un currante«. También hizo referencia al vídeo del dinero que apareció después asegurando que era «el dinero de un colega que se iba a comprar una casa» y que se hizo un vídeo con «los turrones» -paquetes de dinero- para reírse con sus amigos.
Detención
Como suele ocurrir con el contenido que se viraliza en redes sociales, la efervescencia tiene su contrapunto de relajación y el efecto «Chatito» comenzó a caer en el olvido. Sin embargo, cuando estaba apunto de volver a formar parte del amplio espectro del anonimato, protagonizó, de nuevo, titulares en la prensa local y nacional.
Esta vez la cosa era más seria. Fue detenido después de darse a la fuga del Servicio Marítimo de la Guardia Civil cuando pilotaba una moto de agua. La persecución terminó con la moto del «Chatito» encallada en la orilla de la playa de Alfau y con él huyendo a pie. Una huida, que resultó ser infructuosa, dado que, según la Benemérita, se trata de «un viejo conocido» y no les resultó una tarea harto complicada dar con él.
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