La Fundación SAMU, adjudicataria del servicio de atención a menores migrantes en el centro, lo ha comunicado a sus trabajadores mediante una carta en la que les notifica la extinción del contrato
Tan solo un día después de asegurar que lamentan los «inconvenientes» y la «inquietud» que el impago de la nómina de junio había provocado en la plantilla de Ceuta y afirmar que «para Fundación SAMU no hay nada más importante que el bienestar de sus trabajadores y el respeto de sus derechos», la Fundación ha comunicado el cierre de Piniers IV y el despido de sus 20 trabajadores -5 de ellos en ERTE- a través de una carta.
SAMU emitió un comunicado criticando que la Ciudad Autónoma «no ha sido puntual ni regular» en los pagos a la Fundación, «acumulando en la actualidad 6 meses de retraso». Algo que, aseguran, «legitima en términos legales a la Fundación a suspender el servicio, una posibilidad que en estos momentos valora su Patronato ya que ninguna organización es lo suficientemente fuerte en términos financieros como para mantener indefinidamente un servicio sin ingresos que lo soporten«.
En el Módulo IV de Piniers, actualmente hay 30 niños que serán reubicados en Piniers III, «están tristes, esta era su casa, se sentían como en un hogar» asegura una de las trabajadoras afectadas por el despido, además explica que «en Piniers III están los chavales que tienen peor comportamiento o llegan nuevos, mientras que los chicos de Piniers IV tienen un comportamiento excelente, muchos de ellos van a preferir irse a la calle que convivir en Piniers III».
Piniers IV es la primera vivienda colectiva construida por la Fundación SAMU y destinada a los menores acogidos en el Centro de Recepción de Emergencias de Piniers. El edificio tiene una superficie de 200 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas, con capacidad para 36 personas, más un salón y zona de aseos, despacho y almacén. Se trata de un edificio construido con la técnica de steel framing, basada en el conformado de chapas laminadas en frío de acero galvanizadas, con una fuerte implantación en mercados como los de EE.UU o Canadá pero con escasa penetración en España, a pesar de que ofrece un acabado de gran calidad y permite procesos de construcción en plazos de tiempo muy reducidos. «Quizá hasta se lo lleven», lamenta uno de los trabajadores a El Foro de Ceuta.
El pasado mes de mayo, una veintena de estos chicos intentó ir a la Ciudad para reunirse con la responsable del área de menores, pero fueron interceptados por la Policía Nacional y no pudieron trasladas sus miedos a la Ciudad. Estos jóvenes no querían ser trasladados a la Esperanza y ni a otro Piniers, “unos garajes reformados” nos explicaba uno de los niños.
Los chicos, todos varones, que ocupan este recurso tienen entre 16 y 17 años y menos uno de ellos que lleva muchos años en Ceuta, todos entraron en la crisis de mayo. El personal que trabaja con ellos asegura que muchos volverán a situación de calle si se les retira de este recurso, “por fin tienen una casa y se les echa del día a la mañana, el edificio está en perfectas condiciones”.