Algunas personas migrantes no tienen acceso a la más mínima defensa frente al COVID-19, carecen de agua y jabón, viven condiciones de hacinamiento o en centros de detención o trabajan en sectores informales. Relatores de la ONU aseguran que los Estados deben tomar providencias para proteger a ese colectivo y a las víctimas de tráfico de personas. Además, han urgido a regularizar a los migrantes indocumentados para que puedan acceder a los servicios de salud. Residentes del CETI denuncian que hay hasta 10 personas en una habitación de 16 m2
“Los migrantes en situación irregular, los solicitantes de asilo y las víctimas de explotación o tráfico de personas corren un gran riesgo frente al coronavirus COVID-19 porque viven o trabajan en entornos que podrían exponerlos sin que cuenten con la protección necesaria”, han señalado este viernes dos expertos en derechos humanos de la ONU.
En un comunicado conjunto, los relatores especiales sobre migraciones, Felipe González Morales, y sobre tráfico de personas, Maria Grazia Giammarinaro, urgieron los Estados a adoptar medidas inclusivas que protejan a estos grupos en sus planes nacionales de respuesta a la pandemia. Esas medidas tendrían que incluir pruebas, tratamiento médico, servicios de salud y asistencia social, detallaron.
Además, han instado a la regularización de los migrantes indocumentados para facilitarles el acceso a servicios de salud durante la emergencia. “Me preocupa mucho que algunos migrantes y solicitantes de asilo no tengan acceso a una protección mínima contra el contagio, ni siquiera cuentan con agua limpia para lavarse las manos. Muchos viven en albergues abarrotados o en centros de detención sin la posibilidad de mantener el distanciamiento físico entre personas. Algunos trabajan en la agricultura o en los sectores informales sin ninguna medida de protección”, subrayó González Morales.
«Muchos viven en albergues abarrotados o en centros de detención sin la posibilidad de mantener el distanciamiento físico entre personas»
Decisión acertada
Los expertos aplaudieron la decisión de algunos Estados de otorgar derechos de residencia temporal, incluido el acceso a los servicios sociales y de salud a los migrantes y solicitantes de asilo en el marco de la pandemia.
“No se debe dejar a nadie atrás en la batalla global contra el COVID-19. Los Gobiernos tienen que adoptar medidas que garanticen que todos los individuos en su territorio nacional tengan acceso a los cuidados sanitarios, independientemente de su situación migratoria, para poder contener al virus”, han apuntado.
Extensión de programas
Los relatores también ha hecho un llamamiento a que se extiendan automáticamente, al menos por seis meses, todos los programas de protección y asistencia a migrantes en situación vulnerable y víctimas de tráfico para asegurar la continuidad del proceso de inclusión social de esas personas. También pidieron extender durante un mínimo de medio año la protección a los menores no acompañados.
Agregaron que se debe dar una atención especial a las instalaciones sobrepobladas o inadecuadas donde se encuentran los migrantes. Los residentes de esos recintos, abiertos o cerrados, deben brindar información accesible sobre el COVID-19, así como consejos prácticos de prevención, acceso a agua limpia, saneamiento y otros materiales preventivos.
“Es crucial establecer protocolos con los proveedores sanitarios locales para asegurar el diagnóstico, las consultas médicas y el tratamiento de todos los residentes de las instalaciones migratorias”, enfatizó González Morales. Los relatores concluyeron afirmando que incluir y proteger a los migrantes puede ayudar a que los planes nacionales de respuesta a la pandemia sean más efectivos.
La situación en el CETI de Ceuta
Las personas residentes del Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Ceuta tienen prohibido salir de sus habitaciones y deben guardar allí el confinamiento tras conocerse este pasado miércoles que uno de los casos positivos en coronavirus que registra la Ciudad Autónoma corresponde a una niña menor de dos años que reside en el centro.
En las habitaciones del CETI hay hasta 10 personas juntas, según han denunciado varios internos a El Foro de Ceuta. Estos residentes denuncian además la falta de información, algo que les genera todavía más estrés y ansiedad que el confinamiento saturado al que están sometidos, dado que entienden que las medidas de seguridad adoptadas no respetan, en algunos casos, los protocolos.
La Delegación del Gobierno, sin embargo asegura que el CETI «cumple, desde que se decretó el estado de alarma, con todas las indicaciones y protocolos dictados por el Ministerio de Sanidad, tanto en lo referente a las medidas de prevención de contagios por coronavirus como en las formas de aislamiento”.