La cadena de Supermercados SuperSol está en el ojo del huracán mediático y político de Ceuta. El cierre de la tienda del paseo del Revellín por las altas temperaturas a las que los productos eran expuestos ha desencadenado una serie de inspecciones al resto de los establecimientos del grupo empresarial. La plantilla mira preocupada como esto puede afectar a su futuro.
SuperSol anunciaba a principios de mayo del 2019 un ERE a nivel estatal. Las millonarias pérdidas de la Sociedad Limitada -Cash Diplo está bajo el mismo paraguas- se traducían en el cierre de 21 tiendas y poco más de 400 Expedientes de Regulación de Empleo. Esto no afectó a Ceuta, dónde hay cuatro tiendas donde trabajan unas 80 personas, muchas «veteranas», explica el secretario de organización de CCOO, Jose Antonio Sainz, el sindicato mayoritario en la empresa.
La empresa afirma que el ERE sigue sin afectar Ceuta
Sainz explica que el grupo humano mira con preocupación su futuro en un momento en que la empresa sufrirá pérdidas importantes en Ceuta y se encuentra en un momento delicado a nivel nacional. Desde la empresa dan un mensaje de tranquilidad y explican que todas las trabajadoras del supermercado del Revellín han sido trasladadas a las otras tiendas mientras se subsanan «los problemas técnicos». Hoy mismo han llegado los nuevos aparatos de aire condicionado al establecimiento.
Incremento de las inspecciones de Sanidad
La consejería de Sanidad afirma que «hay un interés para que esto no se quede aquí», y por esto continúan las inspecciones en todos los puntos de venta de SuperSol. Si ayer la tienda del Puerto se veía obligada a clausurar algunos paneles frigoríficos, hoy el inspector de la consejería visitaba la tienda de Colón, frente a la Comisaría de la Policía Nacional.
A partir del mes de septiembre esta prevista la remodelación de la tienda del Puerto según el Plan de Inversiones de la tienda. Desde CCOO explican que el año pasado hubo una bajada «simbólica» de sueldo de todos los y las trabajadoras a nivel nacional. Estos pequeños sustos hacen mantener en vilo a una plantilla, aunque el silencio que la empresa mantiene con el comité de empresa y el intercentros viene derivado de la «normalidad» con la que se están solucionando estos «problemas técnicos», según afirma la empresa.