Desde Podemos Ceuta queremos denunciar una nueva demostración de lo que significa la gestión en esta ciudad. Se ve que en nuestra ciudad no solo el agua no es un problema y se malgasta sino también el dinero público y el bienestar de los y las ceutíes.
Da la sensación de que la única gestión consiste en pasar facturas, ir de víctimas y complicar, cada día más, la vida a la ciudadanía.
Los desmanes se suceden uno tras otro, tras otro… y no existen consecuencias más allá de la que sufrimos los ciudadanos.
La plaza de la Constitución hace meses que dejó de ser una zona peatonal y se transformó en un vial de circulación para el tráfico rodado.
Los trabajos se paralizaron en julio negando el Gobierno de la Ciudad Autónoma haber incurrido en ninguna “ilegalidad”, para posteriormente reconocer, implícita o explícitamente, lo evidente: una vulneración del PGOU.
La inoperancia de los dirigentes ceutíes la pagamos todas y en este caso, más allá de incomodidades y tensiones, es además cuantificable económicamente pues supondrá un sobrecoste en el presupuesto inicial cifrado en 379.467,90 euros que sufragaremos entre todas. Por si esto no fuera suficientemente grave ni tan siquiera especificaron, en un principio, la fecha del reinicio de los trabajos ni la temporalización de los mismos.
Otro tema de gran relevancia relacionado con esta nueva demostración de incapacidad es ¿cómo dicho proyecto, cuya memoria no hace ni una sola referencia al PGOU, recibe el informe favorable por parte de la Comisión Técnica, firmado y refrendado por uno de los arquitectos de la Ciudad?
Siendo hasta ahora todo lo expuesto terroríficamente definitorio nos queda por asumir con los ojos vendados, pinza en la nariz y orejas tapadas las explicaciones del consejero “al mando” del proyecto, el señor Ramírez que intenta minimizar la transgresión de la normativa al tachar parte de los hechos como un “error puntual en la redacción del proyecto” y declarar que “nadie se dio cuenta de la modificación puntual del Plan General”. En buen lugar deja a su equipo y a él mismo.
Finalizamos el comunicado planteando una serie de interrogantes: ¿Cómo se detectan los errores meses después del inicio de las obras? ¿Cómo ha conseguido el proyecto una valoración positiva en cada uno de los informes preceptivos? ¿Se dilapida el dinero público y no hay consecuencias para los despilfarradores? ¿No habrá ceses o dimisiones? ¿Cuánto aumentará el presupuesto inicial tras los “nuevos” trabajos?
Y no queremos concluir esta nota de prensa sin pasar de la denuncia a la exigencia a los gestores de esta ciudad para que dejen de tirar a la basura el dinero de nuestra gente mientras nos fríen a impuestos.