En su última película, “Ese oscuro objeto de deseo”, Buñuel hace uso de un binomio que acompañó a gran parte de su obra: la frustración y el humor. Si bien es cierto que es un humor muy particular, asfixiante y corrosivo. Nos habla básicamente del fracaso que supone un amor no compartido, no vivido, tan solo anhelado y a la vez despreciado. Todo esto bajo un cielo de nubes grises que representan el enorme peso que tenía en esa época la dictadura de una sociedad burguesa decadente.
La frustración es un hilo con el que se teje la existencia y queda simbólicamente reflejada en la lencería de Conchita, que se nos presenta a la vez como algo erótico y deseado, pero también como una muralla infranqueable para el protagonista. Dicha frustración proviene de las circunstancias que ellos mismos provocan. Circunstancias que no controlan ni controlarán, dándose cuenta demasiado tarde de ello. El egoísmo descontrolado se materializa mediante paradojas que intentan explicar tanto convenciones como situaciones. Estas mismas sensaciones debe tener más de uno con Podemos Ceuta. Y no me refiero a mí.
Para André Bretón, poeta surrealista y principal representante de este movimiento, el surrealismo era un medio para reunir el reino consciente con el inconsciente. Se construye un nuevo mundo, prácticamente universo, sustentado en la indisoluble unión del mundo racional con el mundo de los sueños y las fantasías. Constructo psicosocial que engloba una realidad absoluta: el surrealismo.
Realidad e imaginación se convierten en un único paradigma. Se concentran todos
los esfuerzos en superar las contradicciones que se establecen entre la consciencia
y el inconsciente. Fruto de ello surgen, nacen, historias extrañas o irreales. La historia la escribes tú, condicionado de
manera categórica por la realidad y los deseos.
El surrealismo resultó muy controvertido en sus orígenes, pero rompió ideas
preconcebidas y realidades que se consideraban objetivas e inmutables. Guiaba a
las personas a explorar, a descubrirse a sí mismas fuera de los límites de su cotidiana
y aceptada comodidad, hasta el punto de originar situaciones conflictivas de crisis
personales desde las que influir en la sociedad. El objetivo básico podía
esbozarse como la ampliación de la concepción de la realidad, modificando
estructuras cognitivas anquilosadas por el peso pragmático de la normalización
social y estatal.
La política a veces se asemeja a este tipo de visión. Hay gente que considera que los proyectos son ellos o ellas mismas y confunden la finalidad con el egocentrismo. ¿Surrealista o realidad?. Intentaré responder a esta cuestión.
Decía Kafka en unas de sus obras: “Ha acumulado mucha experiencia y sabe cómo retrasar el proceso. Pero su ignorancia es mucho más grande que su astucia”.
Para mucha gente, entre las que me encuentro, leer a Kafka no es sencillo y para algunas, incluso, puede resultar casi desagradable por la angustia vital en la que puede sumirnos sus narraciones. Al concluir alguna de sus obras me he sentido perplejo, inquieto y embargado por una profunda desazón. Tal vez, en política, las sensaciones experimentadas sean parecidas. «Alguien debió de haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, una mañana fue detenido«. ¿Cuántas de estas palabras y situaciones se podrían extrapolar a mis vivencias en Podemos Ceuta?. El tiempo decidirá y desvelará.
Quizás otros actores, que transiten o hayan transitado por la vida política ceutí, con mayor o menor cercanía a Podemos Ceuta, se identifiquen más con las siguientes palabras “La sentencia no se dicta de repente: el proceso se convierte poco a poco en sentencia”. Las sensaciones sobre que nada sé del proceso, como el protagonista de la obra de Franz Kafka, no son óbice para que experimente o experimentemos en nuestra piel lo absurdo de un mecanismo imparable y terrorífico, que muy posiblemente no llegue a buen puerto o pueda desembocar en una catarsis que modifique el panorama político ceutí, pero no en el sentido que desde las sombras se espera.
Somos mejores cuando nos dedicamos a defender nuestros proyectos e ideales y nos alejamos de las tentaciones de intentar ser lo que no somos. Las actuaciones que la ciudadanía ceutí puedan entender como canallescas no serán recompensadas. Todo lo contrario, sin duda, castigadas. Incidir en un error sobre un error deja de ser una herramienta de aprendizaje para convertirse en la definición de unas actuaciones y sobre, todo, de unos valores.
Podemos Ceuta, ese morado objeto de deseo, ha definido en estos últimos meses unas líneas de actuación concretas y exactas, dejando su impronta en los y las ceutíes. Diferenciándose nítidamente del marco político actual y pasado. Para algunos este enorme trabajo será muy poco. ¡No es así en absoluto!. No deben confundir ambiciones personales y personalismos con criterios sociales.
En la obra más conocida de Lewis Carrol tienen lugar determinados encuentros en los que la protagonista se enfrenta continuamente a relaciones difíciles: encuentra al Conejo Blanco tras buscarlo de forma tenaz y éste no le presta atención, con la Oruga siente que no la comprende, el desprecio de una duquesa “No sabes nada de nada”, un gato sonriente que parece ser pura incertidumbre (aparece y desaparece a su antojo) y el encuentro para tomar el té con tres personajes excéntricos. ¿Cuánto de esto he conocido en mi pasear sereno por la política ceutí?. Me debato entre contestar todo o categóricamente todo.
El gato que sonríe trasciende de la obra, del surrealismo y de la literatura, para recalar en la física cuántica. Para poder ver al Gato de Cheshire se requiere una «medición débil», en la que se debe interactuar con un sistema, muy suavemente, para evitar que colapse de su estado cuántico a uno clásico. «El efecto del Gato de Cheshire puede dar lugar a una tecnología que permita separar el momento magnético no deseado a una región donde no cause perturbación a la medición de alta precisión de la otra propiedad«, dicen los creadores del enigmático gato cuántico.
Las personas que conformamos hoy día Podemos Ceuta podríamos sentirnos perfectamente representadas en lo descrito.
En la novela El lobo estepario Hermann Hesse escribe: “Siempre ha sido así y siempre será igual, que el tiempo y el mundo, el dinero y el poder, pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no les pertenece nada”.
La ética y la política son, para Aristóteles, ciencias prácticas, saberes que investigan el modo recto de comportarse los agentes humanos capaces de decidir libremente sobre sí mismos.
Nosotras, en Podemos Ceuta, seguiremos trabajando y dando voz a la gente, para colocarla en el centro de la vida.
Para aquellos que pretendan perpetuar o perpetuarse en la vida pública ceutí, a través de artificiales y artificiosas maquinaciones, solo les puedo decir que cuando lo soñado se consigue desde la confabulación, solo puede engendrar pesadillas.
Concluiré con dos frases de Albert Einstein por si se quiere reflexionar: “Cada día sabemos más y entendemos menos” y “Dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera”.
Casi con toda seguridad este artículo será perfectamente contextualizado y dotado de una esencia existencial concreta tras el verano. Recomiendo su relectura en unos meses.