Lo prometido es deuda y en este escrito vamos a hablar sobre la demagogia. Sin necesidad de acudir al diccionario todas nos hacemos una idea de lo que quiere decir esta palabra, en lenguaje coloquial “hago lo que me da la gana, lo impongo y me da igual lo que sea justo y también puede significar halagos infundados con el fin de conseguir algo”. En educación este término se utiliza con análogas intenciones y así nos va en Ceuta.
En este gráfico que como pueden comprobar proviene de fuentes del propio Ministerio responsable de la educación se nos dice que tras Melilla somos el territorio de España con mayor tasa de escolarización en Formación Profesional Básica un 16.4%, 9.5 puntos por encima de la media del país, 6.9%. ¡Otra barbaridad del sistema educativo ceutí! Y ya son varias las barbaridades diagnosticadas a lo largo de los artículos sobre educación. Para darnos cuenta de lo que esto significa y de su estrecha relación con los índices de fracaso escolar expuestos en anteriores artículos debemos comenzar por identificar ¿qué es eso de la Formación Profesional Básica?. La coloquialmente conocida como FPB se dirige a alumnos que tienen escasas posibilidades o motivación de alcanzar el Título de ESO y que quieren continuar sus estudios en la Formación Profesional, de forma que después de superar con éxito los dos cursos de los que consta se obtiene el Título de Técnico Básico que permite seguir estudiando en un Ciclo de FP de Grado Medio o incorporarse al mundo laboral. Esta explicación aparece recogida en páginas oficiales del MEFP. “…..alumnos que tienen escasas posibilidades o motivación de alcanzar el Título de ESO y que quieren continuar sus estudios en la Formación Profesional ..…”. La Formación Profesional Básica es una nueva trayectoria formativa motivadora y accesible para todos los estudiantes que muestren interés por las titulaciones de la Formación Profesional, ya que responde a un perfil profesional.
Claves: alumnos que quieren continuar en FP respondiendo a un perfil profesional concreto. O sea, tengo 15 o 16 años, la ESO no me atrae y quiero ser mecánico o mecánica, peluquero o peluquera,…. lo que si me atrae. Se hace una comisión evaluadora y como no hay plazas suficientes para peluquero o peluquera me indican que me han dado plaza en fontanería y me dicen que vaya a matricularme. ¿Alguien puede creer que este muchacho o muchacha va a ir encantado o encantada a clases?. Cabe aquí recordar que el índice de fracaso escolar y de abandono de los estudios en este tipo de formación es desproporcionado.
Otra forma de matricularte en estos estudios es derivar al alumno o alumna considerado como especialmente disruptivo o disruptiva hacia estos estudios. ¿Alguien puede creer que este muchacho o muchacha va a ir encantado o encantada a clases?. Cabe aquí recordar que el índice de fracaso escolar y de abandono de los estudios en este tipo de formación es desproporcionado.
Para llegar a la FPB debes haber sido propuesto por el equipo docente y tener el consentimiento de los padres (si es menor de edad).
Siendo el procedimiento de acceso de forma genérica el siguiente:
El equipo docente, coordinado por el tutor, propondrá la incorporación del alumno después de la 2ª evaluación. Con el asesoramiento del orientador, el tutor elaborará el Consejo Orientador que se incluirá en el expediente académico.
El tutor le comunicará la propuesta a los padres que firmarán un documento de acuerdo que se incluirá en el expediente académico.
El Director del centro cumplimentará la Propuesta Final de Inscripción que se entregará al alumno.
Al final, dentro de los plazos oficiales, cada alumno debe presentar una única solicitud en la secretaría del centro que oferte la FP Básica elegida en primera opción.
¿Cómo puede ocurrir que tras tantos filtros el desengaño y el abandono sean las características principales que une a estos alumnos y alumnas?. ¿No se podría mejorar el proceso de selección?. ¿No debería haber mayor implicación desde los propios centros educativos?.
Si en Ceuta los y las jóvenes que deciden estudiar FPB prefieren fundamentalmente una serie de estudios habría que aumentar la oferta formativa de esas familias y potenciar la publicidad de las menos solicitadas.
Hace unos días Jhon Ruskin (1819-1900) comentaba: “Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”. No podemos permitirnos intentar enseñar algo que no se quiere aprender para convertir a esa persona en alguien que no quiera ser, en alguien que abandona.
Decía Aristóteles: “Un error mínimo al principio puede ser máximo al final”. Pero lo que se diagnóstica, se señala y se avisa nunca debería convertirse en un error porque nacería de la intencionalidad en su realización y por tanto tendría otro nombre. Probemos a buscar uno ¿uhmm?……. Lean el título.
Continuará……