La mujer que el pasado 11 de enero ocupó la sede de esta asociación ‘vendió’ la llave a un matrimonio con un bebé de un año hace cuatro días. Los agentes los instaron a desalojar el local, a lo que accedieron sin mostrar resistencia
Dos meses después de que una persona ocupara la sede de la Tertulia Flamenca, la Policía Nacional ha desalojada a sus ocupantes, aunque se da la circunstancia de que la mujer que el 11 de enero entró a vivir en este local no es la misma que los agentes desalojaron esta mañana. Al parecer, esta última ‘vendió’ la llave a una pareja con un bebé de un año que, desde entonces, habita esta improvisada vivienda. Según ha relatado el okupa al término del desalojo “nos vendieron la llave por 600 euros y entramos a vivir hace cuatro días”.
Menos de una semana después de ocupar la Tertulia Flamenca, la Policía Nacional los desalojaba sin que la familia haya mostrado ningún tipo de resistencia. Varias personas los ayudaban a sacar las pertenencias que hace solo cuatro días introducían en el local.
El que fuera presidente de la Tertulia Flamenca, Pepe Escobedo, lamentaba que esta situación ha derivado en el “destrozo del local y en la venta de lo que teníamos dentro. Lo hemos perdido todo”. Una pérdida de la que no se hacía responsable el segundo de los okupas. “Nosotros no hemos hecho nada”, aseguraba mientras mostraba unos vídeos del estado en que se encontraba el local cuando lo ocuparon.
Ante momentos difíciles
La Tertulia Flamenca afronta ahora un “difícil periodo”, según ha comentado el vicepresidente segundo de la asociación, José Luis Gutiérrez. “Todo está suspendido, ya no solo por lo que ha pasado con el local, sino también por el coronavirus. Las actuaciones están suspendidas y solo vamos cinco o seis personas a ensayos de guitarra y cante”.
La medida de Marruecos de cerrar la frontera también ha tenido sus consecuencias para la Tertulia Flamenca, al no poder concluir el arreglo de la puerta. “Queríamos colocar una puerta nueva pero los trabajadores que lo hacen son de Marruecos y no pueden venir. De momento se ha puesto una cadena con un candado”, ha explicado Gutiérrez.