La pregunta que titula este artículo tiene doble respuesta. Una muy corta, y otra un poco más extensa pero que lleva a la misma conclusión. La respuesta corta es «para que Marruecos funcione como una frontera de la Unión Europea (UE) con la inmigración». La respuesta larga, la desarrollamos a continuación
Este acuerdo casa perfectamente con la política migratoria europea de controlar de forma externa los flujos migratorios en los países de origen y de tránsito. De hecho, Marruecos es a la vez país de origen y de tránsito de flujos migratorios.
Marruecos debe destinar los más de cien millones de euros que el entregará la UE a controlar el flujo migratorio e idear medidas que frenen el éxodo de jóvenes de algunas ciudades marroquíes hacia España. La Unión Europea está pagando a un tercer país para que se haga cargo del fenómeno migratorio antes de que este llame a sus puertas. Básicamente convierte a Marruecos en el «segurata» que gestiona el flujo de un buen número personas migrantes que pretenden llegar a Europa a través de África.
España, laboratorio de Europa; Ceuta y Melilla, laboratorios de España
No es ningún secreto que la Unión Europea está apostando por externalizar sus fronteras para controlar los flujos de personas que, por la causa que sea, necesitan desplazarse a otro lugar. De hecho, «control» es la palabra clave de lo que consigue la UE con estas contribuciones de la UE a países como Marruecos o Turquía. A través y mediante «acuerdos de cooperación y ayuda al desarrollo» la Unión Europea consigue que las decisiones que algunos países toman con respecto a las personas que quieren cruzar sus fronteras favorezcan a sus propios intereses.
En este campo España es pionera y puede dar lecciones al resto de Europa. En 2005 se produjeron dos sucesos especialmente trágicos en las ciudades de España que hacen frontera con África. Uno el 29 de septiembre de 2005 en Ceuta y otro el 6 de octubre de ese mismo año cerca de la frontera de Melilla. Dos hechos que dejaron según las versiones más conservadoras 11 personas muertas, al menos tres de ellas tiroteadas, el resto aplastadas o desangradas.
Plan África
Tras esto, el gobierno de Zapatero tomó la decisión de fortificar el perímetro fronterizo de ambas ciudades elevando el vallado y añadiéndole elementos aún más lacerantes -las «famosas» concertinas que ahora retira el gobierno de Sánchez y como las que instala Marruecos-. La respuesta socialista no se limitó a proteger físicamente las fronteras españolas, sino que además España implementó el Plan África 2006-2008, que tiene entre sus objetivos: «El fomento de la cooperación para regular adecuadamente los flujos migratorios procedentes de la región subsahariana y combatir el tráfico ilegal de personas».
Actualmente ya vamos por el III Plan África. Según señala Blanca Garcés-Marcareñas en su artículo «Frontera Sur: laboratorio de las políticas europeas«, publicado en 2016: «Desde 2006 España ha firmado acuerdos con Senegal, Mali, Gana, Camerún, Costa de Marfil, Cabo Verde, Guinea Conakry y Gambia. Pero el principal guardián de la frontera sur ha sido Marruecos: como resultado de múltiples acuerdos con España y la Unión Europea, las autoridades marroquíes han aumentado la presencia de fuerzas policiales y del ejército ante las vallas de Ceuta y Melilla, desmantelado regularmente los campamentos de inmigrantes en las proximidades de las dos ciudades autonómicas y aumentado las deportaciones hacia la frontera con Argelia«.
Externalizar fronteras también es delegar obligaciones
España ha sido condenada por la propia Unión Europea por violar los derechos humanos en sus fronteras. Luego, la propia Unión Europea reconoce que en sus fronteras algunas veces se cometen vulneraciones de los derechos fundamentales de una persona. La Unión Europea se declara una alianza democrática entre una serie de estados miembros que, entre otras cosas, son estados garantes de La Declaración Universal de los de Derechos Humanos. Qué no pasará entonces en fronteras de países que ya vulneran sistemáticamente estos derechos con sus propios ciudadanos, países con los que la UE / España firman acuerdos de «cooperación» a cambio de «regular adecuadamente los flujos migratorios«.
Lo que pasa más allá de las fronteras de la UE en pro de ese control del flujo migratorio en los países de origen y de tránsito, como Marruecos, Mauritania, o Camerún, no lo sabemos. Queda fuera de nuestra responsabilidad jurídica, legalmente no es nuestro problema. Europa con la externalización de fronteras también compra, intencionadamente o no, un lavado de conciencia para sus sociedades. Si no se ve, no se cuenta. Si no se cuenta, es como si no pasa. Sin fechas como la del 29 de Septiembre de 2005, la del 6 de octubre de 2005, o la del 6 de febrero de 2014, no estaríamos escribiendo este artículo. No sabríamos qué pasa con estas personas que, por el motivo que sea, se desplazan cruzando fronteras tratando de alcanzar Europa.
]]>