En Gaza, en Israel y en Cisjordania. Los ataques no cesan y ya se cuentan más de 1.500 muertes en estos territorios. La mayoría civiles.
Porque en este conflicto como en casi todos, la mayoría de las víctimas no son militares, son civiles. Personas como tú y como yo que ven como a su alrededor todo se desmorona.
La escalada del conflicto entre Israel y Palestina nos hace estremecernos por las consecuencias que puede tener para la población, y el presidente israelí, Netanyahu, ya ha dicho que prevé «una guerra larga y difícil». Sin embargo, para miles de personas hace ya tiempo que es difícil. Insoportablemente difícil.
El conflicto dura ya décadas y en la Franja de Gaza hay 2,1 millones de personas palestinas que sufren un bloqueo por parte de Israel desde hace 16 años. Y su situación solo puede ir a peor, a tenor de las palabras del ministro de Defensa israelí, que ayer habló de un «asedio total a Gaza, […] ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado».
El 80% de la población en la zona ya dependía de la ayuda humanitaria antes de los últimos acontecimientos. Y los ataques indiscriminados solo están provocando dolor y sufrimiento en ambos lados.
Ahora más que nunca es necesario avanzar hacia una paz justa y duradera, para que estos trágicos hechos no se repitan nunca más. Desde CEAR pedimos el cese de las hostilidades y asegurar una salida segura de las personas atrapadas en Gaza cuyas vidas corren peligro.
Por nuestra parte, con el Fondo Solidario de Emergencia nos preparamos para dar una respuesta a quienes huyen de esta emergencia humanitaria. Para que reciban la acogida más digna y cubrir sus necesidades más urgentes y específicas.