El temporal que azotó Ceuta obligó a suspender el porteo en la frontera del Tarajal el miércoles. Aun así, la cifra de esta semana supera las diez mil entradas a pie y sitúa alrededor de 2.000 las entradas de coches patera. Estos días la Aduana marroquí ha reabierto el paso de estos vehículos, después que la semana pasada estallara la polémica por el cierre, sin explicaciones, de este tipo de comercio. El lunes entraron 2.786 mujeres, el martes 3.522 hombres y hoy jueves, 3860 hombres de nuevo.
El Tarajal II tiene una capacidad máxima de de 4.000 y 4.500 personas, y la semana pasada se rozaron todos los límites cuando en un sólo día 4.230 hombres entraron a comerciar. Este récord es símbolo que ni frío ni viento paran a las personas que subsisten con una ocupación que a Ceuta le supone el 25% del PIB. Por esto, vislumbrar el futuro de la frontera caballa a largo plazo ha sido uno de los temas de la semana.
La «asfixia» de Marruecos a Ceuta
El contrabando puede terminarse de un momento a otro y tenemos que estar preparados. Este fue el mensaje que quiso defender Caballas en el Pleno, arguyendo la supuesta «asfixia» a la que Marruecos somete al enclave español. El Reino Alauita puede frenar en seco el comercio atípico, porque no deja de ser contrabando, sin aranceles y controles inexistentes.
El gobierno del PP no ha querido mostrar preocupación ante el asunto, y aprovechó una propuesta del MDyC para mejorar las condiciones de las personas que usan la explanada de embolsamiento, para reivindicar la utilidad de la infraestructura. Fue diseñada para prevenir los embotellamientos de la nacional, que impiden el paso fluido a servicios como el Hospital Universitario. La imagen que presentaba la semana pasada era desoladora, y se empezaban a sentir los críticas por el gasto producido tanto por la creación del espacio como del personal fijo que ahí trabaja.