La Plaza de África ha sido el lugar escogido por el Partido Popular de Ceuta para arropar a la candidatura en el cierre de la campaña más corta de la historia de la democracia. Apelan a su experiencia y a la responsabilidad para pedir el voto
El candidato al Congreso, Guillermo Martínez, ha agradecido el trabajo de todo el equipo del partido. También ha afirmado que la suya ha sido una «campaña en positivo», en contraposición a los que «les han insultado». El «no tienen vergüenza» de Blanca Gómez les ha sentado tan mal como el adjetivo de «cobarde» con que les etiquetan la extrema derecha.
Por otro lado, David Muñoz y Nieves Sorroche, candidato y candidata al Senado, han preferido enfatizar los valores de la «familia del PP de Ceuta» así como el compañerismo y las horas dedicadas durante estos últimos ocho días.
La intervención más larga y que ha puesto de relieve las tres grandes bazas del PP frente a una extrema derecha envalentonada, ha sido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. Por un lado, se erigen como defensores veteranos de la «hispanidad» y la defensa «de la integridad territorial». La criminalización de una parte de la violencia en Cataluña contra la sentencia de los presos políticos, así como la afirmación que «España no es una realidad plurinacional».
Vivas ha querido apelar también a la «responsabilidad», «la centralidad» y «la moderación» del PP, y ha prometido más presencia del Estado en la ciudad autónoma. Esta serviría para apoyar al gobierno autónomo en lo que considera «presión migratoria», así como los bajos índices en éxito en Educación o los problemas en la Sanidad. «Más policías nacionales, más guardias civiles, más profesores, más profesionales sanitarios», es lo que pide y promete ante lo que cree seguro, una victoria del PP.
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