El líder del PP, Pablo Casado, durante su visita a Ceuta del pasado 3 de enero comenzó su discurso pidiendo un minuto de silencio para la primera víctima de violencia machista de 2019, ocurrido en Laredo, Cantabria, refiriéndose al mismo como el primer caso de ‘Violencia Doméstica’.
Al introducir esta terminología en su discurso sobre la violencia machista, utilizando la denominación a «violencia doméstica» se acercaba a las proclamas del partido ultraderechista VOX, haciendo un guiño a las demandas de estos para pactar en Andalucía, e invisibilizando el grave problema que supone que la violencia machista es un problema real y que a las mujeres las matan por el hecho de ser mujeres.
Pero no es el único guiño a la ultra derecha de Casado, en sus últimas apariciones también ha comentado que la Ley de Violencia de Género no protege a todas las víctimas de la violencia doméstica «hay un 25% de víctimas de este tipo de violencia que no son mujeres: en especial niños, ancianos o parejas homosexuales u hombres en entornos dentro de la empresa con vínculos familiares», señalaba Casado.
Y es que VOX quiere derogar la Ley 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género en Andalucía, y sustituirla por una «Ley de Violencia Doméstica que no prejuzgue el sexo del agresor, respete adecuadamente la presunción de inocencia, no instituya una enorme burocracia “de género” y no facilite la lluvia masiva de subvenciones a las asociaciones de feminismo supremacista» apuntan en sus propuestas para la investidura del Presidente de la Junta.
Pero los guiños de Casado hacia las peticiones de VOX en Andalucía ha creado una brecha dentro del Parido Popular, y algunos líderes autonómicos han señalado que es inadmisible negociar con un tema tan importante como la Violencia Machista.
Feijóo, por ejemplo, este martes ha hecho referencia en un acto público en el que insistió en que la violencia machista «existe» y «lo que no se puede hacer es obviar» algo que existe y apostó por «mejorar» y «perfeccionar» las políticas contra la violencia machista, nunca «derogarlas» o «dejarlas de aplicar» como plantea Vox en sus planteamientos, tal y como informaba El Mundo.
Tras las críticas internas y públicas, Casado empieza a desmarcarse de las peticiones de VOX sobre la derogación de la Ley de Violencia de Género andaluza, este martes ha asegurado que «si la legislatura depende de eso yo creo que Vox va a tener muy difícil explicar a los ciudadanos que Susana siga en el poder por querer retirar las ayudas a las mujeres víctimas de violencia de género», en una reciente entrevista en Onda Cero Casado advierte que sus palabras se han tergiversado y a señalado que «lo que dijimos es que queremos ampliar ese compromiso a todas las víctimas de violencia. La ley de violencia de género es compatible con la protección de las víctimas de violencia doméstica».