El Ayuntamiento de Sevilla ha expresado su profunda preocupación tras el tiroteo ocurrido el pasado domingo en el barrio de las Tres Mil Viviendas. Durante el incidente, la policía incautó un arsenal significativo de balas y armas sofisticadas, lo que ha alarmado a las autoridades locales.
En un comunicado oficial, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, solicitó una reunión urgente con el subdelegado del Gobierno en la capital andaluza, Francisco Toscano. Sanz destacó que estos hechos revelan una realidad extremadamente grave que debe ser abordada sin demora. ‘Las administraciones tenemos el máximo deber de garantizar la seguridad ciudadana y esa es una de mis prioridades como alcalde’, afirmó.
Por su parte, el comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, ha pedido al Gobierno central una respuesta contundente por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Según Bretón, el tiroteo es el resultado de una reyerta entre clanes de narcotraficantes, un fenómeno que, según él, está en aumento debido a la disponibilidad de más recursos y medios.
Bretón señaló que estos tiroteos suelen ocurrir cada dos o tres meses en el barrio, donde se hace ostentación de armas. Sin embargo, en esta ocasión, se utilizaron armas más sofisticadas, lo que aumenta la preocupación y alarma entre las autoridades.
La Policía Nacional continúa investigando el incidente. Francisco Toscano confirmó que se están analizando los casquillos recogidos en la zona, algunos de los cuales podrían ser compatibles con armas semiautomáticas. Hasta el momento, no se ha presentado ninguna denuncia formal, lo cual es habitual en el barrio.
El Polígono Sur es una zona prioritaria para la intervención policial, y tras el tiroteo, se ha reforzado la presencia de las fuerzas de seguridad para esclarecer el origen del suceso. En un incidente relacionado, un bombero fue atropellado por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga, aunque fue detenido posteriormente gracias al dispositivo desplegado tras el tiroteo.
Este tipo de violencia pone de manifiesto la necesidad de una acción coordinada entre las distintas administraciones para abordar los problemas de seguridad en el barrio y proteger a sus residentes.