Esta mañana se ha producido la primera salida de migrantes residentes en el CETI hacia la Península, tras el cruce desde Marruecos de 155 personas por el paso de Benzú el pasado viernes. Un grupo de veinte personas subsaharianas de distintas nacionalidades como Guinea Conakry, Mali o Senegal han partido hacia varios lugares de la geografía nacional donde serán acogidos por distintas oenegés
Todos estos jóvenes africanos han estado acogidos en el CETI unos cuatro meses y hoy comenzaran otra parte de su largo camino, quizá la mas difícil. Entrar en la sociedad de los blancos, cuando los prejuicios y los discursos contra la migración han aflorado en los últimos tiempos.
Uno de ellos es Ibrahim, un guineano de 25 años. Llegó a Ceuta escondido en un vehículo patera procedente de Marruecos donde había llegado un año y medio antes. Cuenta a El Foro de Ceuta que decidió salir de su país debido a la precariedad del sistema, con un alto índice de corrupción y el uso de las identidades étnicas para fragmentar la oposición. El régimen de Alpha Conde quiere asegurarse el poder usando la represión y la violencia contra los opositores.
Ibrahim cursaba un grado superior de economía y empresa y decidió cambiar el rumbo de su vida ante el temor a que su país, con un régimen muy autoritario que está experimentando una nueva ola de protestas políticas, entre en una espiral de violencia que desde principios de 2018 ha dejado una veintena de muertos. Quiere llegar al Reino Unido y seguir con los estudios para poder trabajar en el mundo de la banca o los seguros. El sueño de cualquier joven occidental con inquietudes es el sueño de un africano. Europa le espera.