Antonio, un enfermo de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), se ha convertido en el primer paciente en llevar al Gobierno ante la Justicia por el incumplimiento de la ley de atención a personas con esta enfermedad. La norma, que entró en vigor hace siete meses, establece el derecho a asistencia domiciliaria las 24 horas del día, pero aún no cuenta con dotación presupuestaria ni ha sido implementada de forma efectiva.
“Para Eurovisión sí hay millones, pero para que una persona no muera sola y abandonada en su casa, no”, ha declarado Antonio en un mensaje cargado de indignación y desesperación. Su denuncia pone en el centro del debate la falta de recursos y voluntad política para garantizar los derechos de los enfermos de ELA, una patología degenerativa que limita severamente la autonomía de quienes la padecen.
La ley, aprobada por unanimidad en el Congreso, fue celebrada como un avance histórico por asociaciones de pacientes y familiares. Sin embargo, en la práctica, su aplicación sigue siendo nula debido a la ausencia de financiación específica. Antonio, que necesita cuidados constantes, reclama que se cumpla lo estipulado: atención integral y continua en el hogar, sin depender del esfuerzo de familiares ni de la beneficencia.
El caso podría sentar un precedente legal y político. Distintas plataformas de apoyo a los afectados por ELA ya han expresado su respaldo a Antonio y exigen que el Gobierno actúe de inmediato. “Las promesas no bastan. La ley está para cumplirse”, advierten.
La denuncia abre un nuevo capítulo en la lucha por la dignidad de los enfermos de ELA, quienes siguen esperando que los derechos reconocidos en papel se conviertan en realidades palpables.
