La prisión de Ceuta sigue en el ojo del huracán. Miembros de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Yolanda Aparicio Rendón (SEPE- AGE) y Mohamed Haidor (ACAIP-UGT Prisiones), han mantenido esta semana una reunión de trabajo con la Delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos. El fin era trasladarle, nuevamente, los «graves problemas que aquejan al Centro Penitenciario de Ceuta«.
UGT repite en que estos problemas «están derivados de la falta de personal, ante la no aprobación por parte de la Administración de una Relación de Puestos de Trabajo acorde a las necesidades del centro penitenciario». Desde la Delegación han vuelto a elevar la queja a Instituciones Penitenciarias, el órgano competencial en la materia. UGT concede que Mateos conoce «perfectamente los problemas expuestos». Fuentes de la Delegación confirman que se ha trasladado la petición sindical pero que la situación es complicada, puesto que la falta de personal afecta a otras prisiones del Estado y «las restricciones de los últimos años» provocan que la escasez de trabajadores sea generalizada.
Una prisión en Ceuta «moderna pero infrautilizada»
En la prisión de Ceuta se invirtió más de 150 millones de euros. UGT reconoce que la «infraestructura es moderna pero infrautilizada», y esto «afecta a todas las áreas y servicios del centro». Recuerdan que de ocho módulos residencial «únicamente están abiertos dos». «Sufren sobreocupación -afirma UGT- con más de 130 internos cada uno, de los que están a cargo dos funcionarios en el mejor de los casos«.
Por último, recuerdan que esto repercute tanto a las condiciones de vida de los funcionarios y de los internos, puesto que «están hacinado, sin separación ni clasificación alguna, en una clara vulneración de la ley». A su lugar, esta falta de calidad de vida facilita «la aparición de incidentes regimentales, unos de conocimiento público y otro no, solventados por unos trabajadores que, pese a su profesionalidad, se ven cada día más sobrepasados«.