La justicia decreta prisión provisional sin fianza para los cuatro narcos que viajaban a bordo de la lancha cargada con 3.000 kilos de hachís que protagonizó un accidente con la patrullera de la Guardia Civil que les perseguía y de la que salieron despedidos al agua los guardias civiles que viajaban en ella.
Fue sin duda una de las noticias más destacadas y polémicas del fin de semana. Una patrullera de la Guardia Civil y una «narcolancha» protagonizaron un accidente en altamar en el que los agentes salieron despedidos de la embarcación y cayeron al mar. El helicóptero de la Benemérita que acompañaba la persecución obligó a los narcos a darse la vuelta para rescatar a los agentes bajo la amenaza de imputarles un delito de omisión al deber de socorro.
Finalmente, los presuntos narcotraficantes dieron la vuelta y rescataron a los agentes del agua. La narcolancha y la droga – unos 3.000 kilos de hachís- quedaron requisadas y los cuatro individuos pasaron a disposición judicial. Hoy, un juzgado de Torremolinos -localidad malagueña donde fueron trasladados los detenidos- ha decretado el ingreso en prisión sin fianza de los cuatro narcos. Se les imputan delitos contra la salud pública, de pertenencia a banda criminal, y de daños y lesiones.
Polémica por la noticia
Varias asociaciones de guardias civiles se quejaron del tratamiento mediático que tuvo la noticia ya que, a su entender, se estaba ensalzando la figura de los narcos y del supuesto rescate que llevaron a cabo. Estas mismas asociaciones han recalcado con empeño que la intención original de los detenidos era continuar la huida y que no fue hasta que el helicóptero realizó varios avisos de advertencia ante la posible comisión de un delito de omisión del deber de socorro, cuando se dieron la vuelta.
Juan Amado, portavoz de la AEGC (Asociación Española de Guardias Civiles) explica que los narcos en un primer momento trataron de huir pero, conscientes de que tenían uno de los motores averiados y ante la insistencia del helicóptero que continuó la persecución, decidieron darse la vuelta a sabiendas de que la huida era prácticamente imposible y se les podría imputar el delito de omisión al deber de socorro.
«Los narcos no es que hayan sido buenos samaritanos. Todo lo contrario. Intentaron huir pero como llevaban un problema en el motor, sabían que los iban a coger. Ante la aventura de intentar escapar, que se hacía harto difícil, volvieron a auxiliar a los guardias civiles. Si hubiesen querido auxiliar, hubiesen para la embarcación en el primer momento» declara el portavoz de la AEGC.
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