El enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, ha planteado una solución novedosa al prolongado conflicto en la región: la partición del territorio. Según su propuesta, Marruecos mantendría el control del norte, mientras que el sur se convertiría en un país independiente. Esta idea fue presentada en una reunión cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, donde De Mistura destacó que este compromiso podría permitir a Rabat implementar su plan de autonomía de 2007 y, al mismo tiempo, garantizar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
De Mistura recordó que esta no es una idea nueva, ya que fue planteada por James Baker hace más de dos décadas. La propuesta toma como referencia los territorios controlados por Mauritania en los años setenta, bajo un acuerdo con Marruecos. Sin embargo, hasta ahora no hay señales de que Marruecos o el Frente Polisario estén dispuestos a considerar esta opción, lo cual lamenta De Mistura, ya que cree que merece ser evaluada.
El enviado especial subrayó la importancia de abordar el conflicto con un sentido de urgencia, instando a las partes a mostrar creatividad en la búsqueda de soluciones mutuamente aceptables. El conflicto tiene implicaciones prácticas significativas, como lo demuestran las recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la UE que anulan acuerdos comerciales y pesqueros con Marruecos.
Además, De Mistura ha pedido a Marruecos que proporcione más detalles sobre su plan de autonomía, ya que considera que el actual documento de tres páginas carece de información suficiente para que la población afectada entienda plenamente lo que se propone. También ha exhortado al Frente Polisario a participar en el proceso con realismo y compromiso.
La estabilidad y el desarrollo de la región están en juego, según De Mistura, quien destacó que el conflicto tiene una dimensión regional, evidenciada por la falta de relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos. A pesar del creciente apoyo internacional al plan de autonomía de Marruecos, De Mistura insiste en la necesidad de un diálogo más detallado y transparente.
Por otro lado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha declarado no tener constancia de la propuesta de partición. Durante una rueda de prensa en Bruselas, Sánchez afirmó que no podía expresar una opinión sin haber estudiado la propuesta en detalle.
Con el 50 aniversario del inicio del conflicto acercándose en 2025, De Mistura concluyó su intervención sugiriendo que, si no se observan progresos significativos en los próximos seis meses, sería necesario reconsiderar el papel de la ONU en el proceso. La misión de la ONU en el Sáhara, establecida en 1991, ha enfrentado desafíos desde entonces, con Marruecos obstaculizando un referéndum de autodeterminación y limitando la misión a observar el alto el fuego.