En un acto de protesta que capturó la atención de todos los presentes, dos activistas de Femen irrumpieron en el pleno del Senado con el torso desnudo y mensajes proaborto escritos en su piel. Este incidente ocurrió durante la sesión de control al Gobierno, mientras la portavoz de ERC, Sara Bailac, dirigía una pregunta a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero.
El presidente del Senado, Pedro Rollán, solicitó a los servicios de la cámara que desalojaran a las activistas, quienes fueron retiradas por la policía tras varios minutos de interrupción. Las frases ‘Aborto es sagrado’ y ‘My body, my choice’ adornaban el cuerpo de una de las manifestantes, mientras que la otra portaba el mensaje ‘Aborto en la Constitución’.
La protesta fue una respuesta directa a la cumbre antiabortista programada para el 2 de diciembre en el Senado. Femen reivindicó la acción en redes sociales, afirmando: «Acabamos de protestar en el Pleno del Senado contra la cumbre antiabortista que tendrá lugar en esta cámara el próximo 2 de diciembre. Aborto es sagrado, ahora y siempre. ¡Nuestros cuerpos, nuestras normas!».
Tras el incidente, Sara Bailac aprovechó su tiempo restante para criticar la autorización de la cumbre antiabortista, destacando que tales decisiones afectan negativamente los derechos de las mujeres. La autorización fue otorgada por la Mesa del Senado a una organización internacional de políticos antiabortistas.
En respuesta, varios partidos, incluyendo PSOE, BNG, ERC, EH Bildu, PNV e Izquierda Confederal, han solicitado formalmente a la Mesa del Senado que revoque la autorización para la cumbre mediante una votación en la Comisión de Igualdad del Senado.
Este evento ha reavivado el debate sobre los derechos reproductivos en España, subrayando la tensión entre las políticas gubernamentales y las demandas de los movimientos feministas. La protesta de Femen no solo busca visibilizar la lucha por el derecho al aborto, sino también desafiar las estructuras que intentan limitar estos derechos.
La cumbre antiabortista en el Senado ha sido vista por muchos como un intento de retroceder en los avances logrados en materia de derechos de las mujeres. La acción de Femen, aunque controvertida, ha puesto de manifiesto la importancia de mantener un diálogo abierto y continuo sobre estos temas cruciales.