Varias decenas de personas han decidido continuar su protesta por el derecho a una vivienda digna acampando frente al Ayuntamiento de Valencia. Esta acción sigue a una manifestación masiva organizada por el movimiento València no està en venda, que reunió a miles de personas en las calles de la ciudad.
La Plaza del Ayuntamiento se ha convertido en el epicentro de esta reivindicación, con una treintena de tiendas de campaña instaladas desde el domingo. Los manifestantes buscan dar continuidad a las demandas expresadas durante la marcha, centradas en tres ejes principales: la defensa del territorio, el acceso a la vivienda y la oposición a la turistificación.
Según los organizadores, la acampada surgió de manera espontánea después de la movilización del sábado. Los participantes han convocado una ‘asamblea abierta’ para decidir si mantienen la protesta durante la semana, a pesar de no contar con autorización oficial.
Demandas de los Manifestantes
Marta, una de las acampadas, explicó que la protesta busca exigir la regulación de los alquileres y la paralización de los desahucios. También alertó sobre el creciente número de viviendas compradas con capital extranjero, lo que, según ella, agrava la situación. ‘Se pueden hacer las cosas, pero hace falta voluntad política’, afirmó Marta.
Por otro lado, criticó las medidas del Gobierno, calificándolas de ‘parches’ que no resuelven el problema de fondo. Señaló que las ayudas al alquiler no son accesibles para todos, ya que muchas personas no tienen contratos formales, lo que contribuye a un aumento de los precios.
Irene, otra participante, reclamó que Valencia sea declarada zona tensionada debido a los problemas causados por la turistificación, que afectan incluso la salud de los residentes. Destacó que el acceso a la vivienda no es solo un problema de los jóvenes, sino de toda la población.
Contexto de la Protesta
La acampada comenzó tras una manifestación que reunió a unos 15.000 participantes, según la Delegación del Gobierno. Bajo el lema ‘València s’ofega’, los manifestantes recorrieron el centro de la ciudad para exigir el derecho a la vivienda y oponerse a la turistificación.
Entre las demandas de los convocantes se encuentran la creación de un parque de Vivienda de Protección Oficial, la paralización de la venta de propiedades residenciales a capital extranjero y la prohibición de apartamentos turísticos. También pidieron que se deje de apostar por el turismo como motor económico y se detenga la expansión del puerto y el aeropuerto.
La protesta en Valencia refleja una creciente preocupación por el acceso a la vivienda en España, donde los precios han aumentado significativamente en los últimos años, afectando especialmente a los jóvenes y a las familias de ingresos medios y bajos.