Málaga fue el epicentro de las protestas, con una participación masiva que, según el movimiento ciudadano Málaga Para Vivir, alcanzó las 30,000 personas. Bajo el lema «Si nos echan de los barrios, paramos la ciudad», los manifestantes exigieron al gobierno local y nacional que tomen medidas para controlar el mercado de alquileres y frenar la expansión de los pisos turísticos.
El coordinador de Izquierda Unida en Andalucía, Toni Valero, destacó la necesidad de aumentar el parque de viviendas públicas y cumplir con la Ley de Vivienda. Criticó la falta de acción de los gobiernos locales, especialmente aquellos liderados por el PP, que según él, impiden la reducción de los alquileres.
En Sevilla, más de 2,000 personas recorrieron las calles del centro histórico. Amalia Vahí Serrano, portavoz de la asociación Triana Norte, subrayó la importancia de revisar a la baja los precios de las viviendas residenciales. «La vivienda no es una mercancía», afirmó, abogando por un cambio en la concepción económica de este derecho básico.
José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía, propuso la expropiación de las 640,000 viviendas vacías en manos de fondos buitre como una solución radical pero necesaria para abordar la crisis habitacional.
En Cádiz, la plataforma Cádiz Resiste organizó una marcha con unas 2,500 personas. Los manifestantes pidieron una moratoria en la concesión de nuevas licencias para viviendas turísticas y hoteles, así como la implementación de una tasa turística que financie mejoras para los residentes locales.
Además, se solicitó un incremento en la tasa de recogida de residuos y el impuesto de bienes inmuebles (IBI) para propiedades con fines turísticos, junto con una persecución efectiva de las viviendas turísticas ilegales.
Estas manifestaciones reflejan un creciente descontento en Andalucía ante la falta de políticas efectivas que aseguren el acceso a una vivienda digna. La presión sobre los gobiernos locales y nacionales continúa aumentando, con la esperanza de que se implementen cambios significativos en el corto plazo.