Este 9 de mayo de 2020 se cumplen 70 años desde que la Unión Europea comenzó su andadura con la Declaración Schuman. Hoy hace 70 años que una Europa desolada tras la Guerra decidió poner rumbo hacia el entendimiento, la paz, el diálogo, la democracia y los derechos humanos para reconstruirse desde sus propias cenizas.
En estos primeros 70 años, Europa ha dado paz, libertad y prosperidad a su ciudadanía, ha ido ensanchado sus fronteras, y ha reivindicado su lema “Unida en la Diversidad”, a pesar de los escollos que han aparecido en su travesía.
En este camino, el PSOE siempre ha trabajado en pro de la vocación europeísta de España y en la construcción del proyecto común europeo. Nuestras aportaciones han sido determinantes en la consecución de avances como los fondos de cohesión, el programa Erasmus, el Tratado de Lisboa o, más recientemente, la apuesta por el Seguro Europeo de Desempleo.
Conmemoramos esta efeméride en una Europa azotada por una crisis sanitaria y socioeconómica sin precedentes en su historia reciente, con consecuencias dolorosas desde todos los puntos de vista, que exigen una altura de miras similar a la de aquel 9 de mayo de 1950.
La pandemia ha evidenciado la encrucijada en la que se encuentra la Unión Europea: o más Europa, más unidad, más solidaridad y más ambición para afrontar nuestros retos comunes, o más repliegue nacional, más fronteras y menos capacidad para dar respuestas a estos desafíos y, particularmente, a las crisis sanitaria, económica y ecológica, así como a sus terribles consecuencias sociales.
El coronavirus, que ha desbordado cualquier previsión y que ha segado tantas vidas, golpeando a decenas de miles de europeos y europeas, no es achacable a ninguno de nuestros países. Pero nuestra responsabilidad es abordar su gestión con todos los medios posibles, dando una respuesta sanitaria coordinada e integral a la pandemia basada en el conocimiento científico disponible a todos los niveles, también desde Europa.
Debemos paliar sus consecuencias económicas y sociales, presentes y futuras, para no dejar a nadie atrás. Las medidas implementadas por los diferentes Estados miembros de la UE son necesarias y determinantes para hacer frente a esta crisis en los términos mencionados, pero no son suficientes.
Si bien es cierto que a nivel europeo se han adoptado medidas para la lucha contra el virus y sus consecuencias inmediatas, desde el PSOE apoyamos medidas más ambiciosas y valientes, como la creación de una Unión Sanitaria que permita destinar medios y recursos ágilmente allí donde más se necesitan. También defendemos el establecimiento de un Fondo de Recuperación Europeo financiado por la emisión de deuda de la Unión, amortizada con cargo al presupuesto comunitario, y otras medidas de integración fiscal. Necesitamos una Unión Europea que proteja más a su ciudadanía, con capacidad de actuación inmediata, que defienda y se enorgullezca de su radicalidad democrática, de los derechos y libertades que garantiza, pero que asegure la igualdad efectiva de género, la lucha contra la violencia machista, la diversidad, la justicia social, los derechos de los trabajadores y trabajadoras y que lidere el combate contra las crisis medioambientales.
Estamos además en un momento histórico crucial, de profundas transformaciones que tienen alcance global y que afectan también a Europa. En un mundo cada vez más interdependiente e interconectado vemos cómo el orden internacional y el multilateralismo se diluyen, mientras cristalizan nuevas amenazas: la aceleración de la crisis climática y de biodiversidad, que nos plantea la necesidad de cambiar nuestro modelo económico a través de una transición ecológica justa para evitar la destrucción del planeta; el aumento de regímenes autoritarios y de los movimientos nacionalistas y populistas que los sustentan; o la inestabilidad de los países del Mediterráneo y el Sahel, que provoca la llegada de miles de refugiados que huyen de guerras o violaciones de sus derechos humanos, pero también la migración económica, cuya gestión humana la UE debe liderar.
Esta emergencia sanitaria y social en un período de cambios acelerados, debe servirnos como acicate para construir una Europa más unida, más fuerte y más resiliente, también en su vertiente institucional. Afrontemos esta terrible crisis asentando las nuevas bases que definan el proyecto europeo para las próximas décadas.
El PSOE quiere continuar liderando la transformación de la sociedad española y europea, haciendo frente a los retos colectivos comunes que tenemos por delante:
-Abordaremos la crisis sanitaria y sus consecuencias socioeconómicas, desarrollando la transformación ecológica, digital, económica y social que Europa necesita, sin dejar a nadie atrás, viva donde viva. Apoyamos la creación de un Plan de Recuperación ambicioso y un Marco Financiero Plurianual reforzado, dotado de nuevos recursos propios. Vamos a trabajar por un modelo de desarrollo que sea sostenible desde todos los puntos de vista: económico, social y medioambiental; a todos los niveles: europeo, nacional, regional y local.
-Trabajaremos para el despliegue efectivo del Pilar Europeo de Derechos Sociales, sin más demora, para reducir las desigualdades -que ya existían en nuestras sociedades y que no podemos permitir que se recrudezcan como consecuencia de la pandemia-, mediante un sistema europeo de salarios mínimos y las Garantías Juvenil e Infantil, entre otras políticas. Además, priorizaremos sistemas de prevención de futuras crisis similares.
-Defenderemos el Estado de Derecho y nuestros sistemas democráticos. Ante el auge de nacionalismos y populismos, nadie está libre de contagio. Siendo conscientes de la necesidad de seguir acercando las instituciones europeas a su ciudadanía, trabajaremos en la Conferencia para la recuperación y el futuro de Europa, para que se abra a la participación de todos los sectores de la sociedad, para que sus conclusiones sirvan de nueva hoja de ruta para la Unión.
Si hace 70 años el ministro de Exteriores francés Robert Schuman pedía a Europa «esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan», en el 70 aniversario de la Declaración Schuman, el PSOE se compromete a continuar trabajando sin descanso por una Unión Europea abierta y renovada, diversa, social, feminista, sostenible y federal, para y por la ciudadanía.
Lo hacemos desde el convencimiento y la responsabilidad, para que, al echar la vista atrás, como lo hacemos hoy a pesar de la incertidumbre, las generaciones futuras puedan sentirse orgullosas de aquello que construimos para superar las adversidades, haciendo posible una Unión Europea más fuerte y unida.