El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha solicitado este lunes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se someta a una cuestión de confianza en el Congreso. Puigdemont ha justificado esta petición alegando que el Ejecutivo ha incumplido el acuerdo de investidura firmado con su formación hace 15 meses.
En una comparecencia desde Bruselas, Puigdemont ha hecho un balance crítico sobre el estado del pacto que permitió la reelección de Sánchez. Según el líder independentista, los avances en la aplicación del acuerdo son “escasos” y la gestión del Gobierno refleja una preocupante “descoordinación” entre las negociaciones mantenidas en Suiza y la práctica política en España.
“La confianza entre el bloque que dio la mayoría se ha roto”, ha afirmado tajantemente Puigdemont, dejando entrever que las relaciones entre Junts y el PSOE atraviesan uno de sus momentos más tensos desde la firma del acuerdo.
La amnistía, un punto de fricción
Uno de los temas centrales del desacuerdo es la amnistía, uno de los pilares clave del pacto entre Junts y el PSOE. Puigdemont ha expresado su frustración por la falta de avances concretos en este ámbito, señalando que, hasta la fecha, ni él ni otros dirigentes independentistas se han beneficiado de la medida.
El líder de Junts ha recordado que el compromiso adquirido por Sánchez no solo incluía la aprobación de la amnistía, sino también una voluntad de resolver el conflicto político en Cataluña mediante el diálogo. Sin embargo, Puigdemont considera que las acciones del Gobierno no han estado a la altura de las expectativas generadas.
Exige claridad y compromiso
La petición de una cuestión de confianza refleja la creciente desconfianza de Junts hacia el Gobierno central. Puigdemont ha insistido en que Sánchez debe demostrar públicamente que cuenta con el respaldo parlamentario necesario para gobernar. “No es de fiar”, ha sentenciado, criticando la falta de avances sustanciales en la implementación de los acuerdos alcanzados.
Con este movimiento, Puigdemont envía un mensaje claro a Sánchez: el apoyo de Junts no está garantizado si el Gobierno no cumple con sus compromisos. La tensión entre ambas partes podría complicar la estabilidad parlamentaria del Ejecutivo, especialmente en un momento en el que el PSOE necesita mantener el respaldo de las fuerzas que apoyaron la investidura.
Un año de tensiones acumuladas
El acuerdo de investidura firmado hace más de un año fue presentado como un hito en las relaciones entre el independentismo catalán y el Gobierno central. Sin embargo, los desencuentros sobre la aplicación de medidas clave, como la amnistía, han deteriorado la confianza entre ambas partes.
Puigdemont, desde su exilio en Bruselas, se ha convertido en un actor central en las negociaciones, exigiendo garantías y resultados concretos. Mientras tanto, Sánchez enfrenta el desafío de equilibrar las demandas de los partidos independentistas con las tensiones internas en su propio partido y en el resto del arco parlamentario.
El futuro del bloque de investidura
La solicitud de Puigdemont marca un punto de inflexión en las relaciones entre Junts y el PSOE. La posibilidad de una cuestión de confianza podría abrir un escenario de incertidumbre política, poniendo en riesgo la estabilidad del Gobierno.
En un contexto donde el diálogo y los acuerdos son clave, la exigencia de Puigdemont representa un desafío directo a la capacidad de Sánchez para mantener unido al bloque que le permitió gobernar. La respuesta del Gobierno en los próximos días será crucial para determinar si este conflicto puede resolverse o si, por el contrario, marcará el inicio de una crisis política de mayor envergadura.