En medio de una nueva escalada retórica, el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó un inusual desafío a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, al invitarlo a acudir a Moscú para negociar el fin del conflicto.
La propuesta se produjo mientras mantenía conversaciones con el presidente chino, Xi Jinping, en las que sorprendió al plantear teorías sobre cómo la ciencia podría permitir a los seres humanos vivir hasta 150 años.
“El trasplante continuo de órganos humanos lo hará posible”, aseguró el mandatario ruso, quien simultáneamente se presenta como defensor de los “derechos humanos” y las “tradiciones”. Sus palabras llegan tras el que ha sido, según organismos internacionales, uno de los veranos más duros de bombardeos contra zonas residenciales en Ucrania.
La mezcla de mensajes —entre una invitación diplomática, la reflexión sobre longevidad y la justificación de la ofensiva militar— genera desconcierto en la comunidad internacional, que sigue observando con cautela cada movimiento de Moscú en el escenario bélico y geopolítico.