El Consejo Escolar del Estado trabaja sobre dos posibilidades: volver cuándo y cómo se pueda para cerrar el curso de forma presencial o seguir igual que ahora y evaluar telemáticamente al alumnado. En cualquier caso, el curso acabará en junio. Sobre la EBAU se avanza poco en la propuesta del Consejo que pospone su pronunciamiento final en este asunto hasta el 5 de mayo y pide a las autonomías consenso a la hora de fijar contenidos y diseñar las pruebas
La incertidumbre con respecto a la evolución de la pandemia ha llevado al Consejo Escolar del Estado ha diseñar dos planes distintos para abordar la finalización del presente curso académico. En el primer escenario, se trabaja sobre la hipótesis de que las clases puedan reanudarse «en algún momento antes de final de curso». La segunda posibilidad plantea que el cierre del curso se produzca de forma telemática -con la dificultad añadida de lograr que la brecha digital no suponga un condicionante que resulte en una evaluación discriminatoria-. En cualquiera de las dos situaciones, el curso acabará en junio y no se alargará.
Opción A: Las clases se reanudan
Si se puede concretar la vuelta a las clases, el Consejo propone que «respecto a las tareas educativas para el trabajo en casa,
las administraciones educativas dispongan lo necesario para que dicho trabajo y su evaluación se centren, como hasta ahora, sobre los aprendizajes básicos programados«.
Aunque se fije una fecha de regreso a las aulas, no se permitirá avanzar en los contenidos curriculares durante la cuarentena. Tan solo con el «alumnado cuyo profesorado considere que tiene un dominio suficiente, en las evaluaciones realizadas hasta ese momento, de los contenidos y aprendizajes fundamentales y, en su caso, de las competencias» se podrán proponer «tareas de profundización y ampliación de los aprendizajes fundamentales«.
Para saltar la brecha digital hasta la vuelta a las clases presenciales , la propuesta que recoge que «adminsitraciones educativas y centros» ofrecerán apoyo material si es necesario para garantizar que todo el profesorado y el alumnado «puedan realizar todos los procesos de enseñanza y aprendizaje en las mejores condiciones posibles». En este senitdo, el texto añade que se prestará especial atención «a los alumnos y alumnas que por circunstancias socioeconómicas y/o familiares no gocen de los recursos tecnológicos, materiales y humanos, que les permitan un acceso equitativo y de calidad a distintas fuentes del conocimiento (físicas o virtuales)».
Educación Especial
Si se concretase la vuelta a las clases presenciales, el Consejo Escolar del Estado propone que se dote con EPI (equipos de protección individual) y test rápidos a los centros específicos de Educación Especial
Evaluación en la Opción A
El Consejo propone evaluar el trabajo hecho en casa «desde planteamientos de valoración de los desempeños desarrollados, mediante informes personalizados del alumnado, atendiendo a sus condiciones tecnológicas y de conectividad para la creación del conocimiento (la brecha digital no puede ser la causa de una evaluación negativa de los aprendizajes y las competencias)». Así, prosigue «las evaluaciones estarán basadas «en el grado de adquisición por parte del alumnado de los objetivos educativos, los contenidos, aprendizajes y competencias señalados y trabajados, tanto en casa por el alumnado durante el confinamiento, como en las clases presenciales a partir del momento que éstas pudieran realizarse».
Además, el Consejo Escolar del Estado considera: «que en estas circunstancias especiales de la pandemia, la evaluación final negativa y la repetición deben ser también recursos realmente extraordinarios, mesurados y siempre adoptados por el equipo docente; debe asegurarse que ningún estudiante pierda el curso por la situación creada por el coronavirus. En ningún caso la no realización de las tareas en casa servirá para perjudicar al alumnado que no ha podido realizarlas de forma adecuada».
Opción B: Las clases no se reanudan
Si no hay regreso a las aulas, se continuará trabajando telemáticamente con el alumnado profundizando sobre contenidos que ya se han dado y la evaluación atenderá a los mismos aspectos que se proponen en la Opción A. El Consejo propone «que las administraciones educativas dispongan las medidas necesarias para que todo el alumnado pueda ser evaluado del tercer trimestre desde su lugar de residencia, de modo telemático o de cualquier otro modo, siempre que fuera imposible o netamente desaconsejado por las autoridades sanitarias realizar una evaluación en las aulas y que no suponga en ningún caso, una discriminación derivada de diferencias socioeconómicas de acceso al conocimiento». La ESO y Bachillerato también se adaptarían a la propuesta evaluativa del apartado A.
Sin avances significativos respecto a la EBAU
El Consejo escolar sigue esperando que las autonomías, «dentro del nuevo marco temporal acordado en la Conferencia Sectorial de
Educación del pasado 25 de marzo, vayan fijando posturas con respecto a las Pruebas de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) y que, además. lo hagan con el mayor consenso posible. Si el cinco de mayo no hay un acuerdo o una base sólida para llegar a él, el Consejo anunciará una nueva propuesta sobre el EBAU.
Ciclos formativos
La parte práctica en los diferentes grados de Formación Profesional se realizará de manera telemática si es posible, recudiéndose al mínimo de horas cuando tenga que ser forzosamente presencial. Asimismo, la formación práctica que debido a la pandemia no pueda ser realizada, será convalidada «por la superación del módulo de proyecto para que ningún alumno o alumna pueda ver perjudicada su titulación por la excepcionales circunstancias»
CSIF celebra la propuesta del Consejo Escolar del Estado
Desde el CSIF han recibido con agrado la propuesta del Consejo ya que entienden que el documento refleja buena parte de sus exigencias como la de finalizar el curso en junio, prevenir y combatir el efecto nocivo de la brecha digital durante la formación telemática y que la evaluación se realice de «manera global».
Sin embargo, CSIF lamenta que el Consejo no haya fijado todavía un modelo único de prueba EBAU y una fecha para la misma. El sindicato entiende que sin esta decisión unilateral del Consejo, se producirán desigualdades en las pruebas de cada Comunidad Autónoma.