Así lo expone el artÍculo 99 de nuestra Carta Magna ya que son ellos los elegidos por los ciudadanos y por ende son los que tienen el derecho de elegir a un nuevo presidente, nuestro sistema parlamentario lo deja bien claro.
Hay que diferenciar entre el sistema parlamentario y el presidencial, en este caso el parlamentario es quien decide quien gobierna y la propuesta de Feijóo va en contra de las bases en el que se asienta nuestro sistema democrático, comprometiendo a su vez la representación en el Congreso de posturas políticas de intereses propios. Si se aplicara lo que propone se estaría descartando el voto de muchísimos de los ciudadanos que han depositado su confianza en partidos que no son ni el PP ni el PSOE.
Hay muchas personas que confían en formaciones más pequeñas, pactar que gobierne la lista más votada independientemente del resultado que se obtenga del resto de las formaciones, estaría invalidando la opción de infinidad de ciudadanos. Otra cosa es hacer realidad los deseos de una persona en particular como es el caso de Feijóo.
Está costando y bastante acostumbrarnos a las prácticas habituales en sistemas parlamentarios, ejemplo claro son los gobiernos de coalición, otro sería entender que debe gobernar aquel que consigue mantener la confianza en el Parlamento. Tenemos que tener claro que nuestro sistema parlamentario es el ideal, por lo que no tiene ningún sentido que la lista más votada tal y como ha sucedido en Ceuta, sea quien gobierne. Hay que recordar que en nuestra ciudad ha habido un 45% de abstención, por lo que habría que preguntarse el motivo por el cual tantos ciudadanos han decidido no ejercer su derecho al voto. Resulta muy llamativo y a mí solo me indica el cansancio y hastío que estos sienten al ver que todo va a permanecer tal cual desde hace más de veinte años.
Uno puede haber ganado las elecciones, pero lo más importante y crucial es ser investido, que es donde hay que conseguir la mayoría, y si no se consigue, por mucho que se haya ganado, no se va a formar Gobierno. Un dato importante es que hay 28 provincias que se reparten menos de siete diputados, esto quiere decir que la proporcional funcionaría a partir de este número. Siendo un problema de aritmética para esas provincias que juegan con mecánicas mayoritarias favoreciendo al bipartidismo y dando a su vez un sesgo mayoritario en todo el país.
Se está hablando mucho del precio que va a pagar Pedro Sánchez por presidir de nuevo el país, pero también nos deberíamos hacer la misma pregunta con Feijóo, un dirigente que estuvo trece años gobernando Galicia, con vinculación con un narco, imagen que fue portada a nivel nacional e internacional y la venta de las dos únicas cajas de ahorros de Galicia, a un banco venezolano.