La licitación convocada para cubrir el servicio de vigilancia y controles de acceso del Tarajal quedó desierta por segunda vez a finales de agosto por falta de licitadores.
Ya que como no podía ser de otra forma, ninguna empresa se ha aventurado a realizar oferta alguna. Algo que no es de extrañar pues no se ha cambiado ni una sola coma del pliego de prescripciones para así evitar que se quedara desierta por segunda vez consecutiva. No deja de llamarnos la atención los motivos por los cuales ninguna empresa de seguridad privada se ha presentado.
En primer lugar, se establece como requisito un seguro de responsabilidad civil de 75 millones de euros para un servicio cuyo importe no llega ni al millón. Cifra totalmente desorbitada y que está muy por encima de la media.
Otro de los criterios objetivos a tener en cuenta y que puede llegar a sumar hasta 16 puntos, es la experiencia concreta en frontera internacional.
Requisito difícil de satisfacer pues tan solo es susceptible de cumplirlo una empresa en toda España, ya que las únicas fronteras internacionales en las que opera la seguridad privada son las de Ceuta y Melilla. Quedando así excluidas el resto de empresas. Y todo esto teniendo en cuenta que los que cuentan con la experiencia son los propios trabajadores y no la empresa, y que las subrogaciones dentro de este sector ocurren con mucha frecuencia y en servicios mucho más relevantes que este.
A todo esto, hay que sumarle los más de 50 trabajadores que obligatoriamente hay que subrogar y que con una licitación con importe de 951.237 euros anuales no alcanza para mantenerlos si tenemos en cuenta la subida salarial aprobada en convenio,
En definitiva, no es de extrañar que no se encuentre una empresa adjudicataria para el servicio de vigilancia en la frontera del Tarajal tras dos intentos fallidos, pues ninguna empresa puede postularse teniendo en cuenta los requisitos establecidos.
Desde FeSMC-UGT Ceuta nos preguntamos si se trata de una licitación hecha a medida para que solo una empresa pueda acceder a la oferta, pues con la serie de requisitos exigidos no existe competencia a la hora de efectuar ofertas, ya que ni una sola compañía podría reunir estas características.
¿Habrá un tercer intento de adjudicar el servicio de vigilancia del Tarajal con las mismas condiciones y sin ser capaces de atraer a ninguna empresa? En definitiva, se debería redactar un nuevo pliego de condiciones con unas especificaciones menos gravosas para que alguna empresa pudiera considerar presentarse y que no ocurra lo mismo que con las dos licitaciones anteriores.