Este sábado se está celebrando la I Marcha por la Justicia 24J en la Ciudad Autónoma de Melilla, que ha contado con varias mesas redondas. El evento ha congregado alrededor de 300 personas que han acudido desde distintos puntos de España
La primera mesa redonda fue introducida y moderada por la comunicadora, investigadora, militante antirracista y afrofeminista, Quinndy Akeju. La militante ha denunciado la «vulneración del derecho a la asistencia de las víctimas. El Estado español incumple su deber. Un año después sigue sin haber una investigación independiente y parcial que permita a las víctimas familiares de acceder a la verdad justicia y reparación”.
Akeju ha lamentado que “las familias no han identificado ni enterrado a sus muertos. Esto se ha hecho a través de un pacto de Estado donde las víctimas de la masacre de Melilla han sido usadas como moneda de cambio. Es una vergüenza que el ministro Marlaska se presente de nuevo en las listas electorales”. Ha proseguido: «Masacres como esta o la de Tarajal o tantas otras tienen un perfil racial y una motivación económica y colonial. No pasa lo mismo con los recursos”.
En esta línea, Hussein Mohamed ha manifestado: “En Sudán hay una crisis a nivel social y político. Estábamos luchando para tener un gobierno civil, porque teníamos uno militar, con un dictador. El pueblo quiere un gobierno democrático. Por eso hemos dejado nuestro país, preferimos buscar otro lugar seguro”. Asimismo, ha señalado Mohamed que “los dos gobiernos tienen que asumir su responsabilidad y abrir una investigación independiente para saber la verdad, cuántas muertas y desaparecidas hay. Aquí en Melilla están devolviendo a los chicos a lugares de riesgo, cuando saben que huyen de países que están en guerra”.
La abogada exporta en migraciones, Loueila Mint et Mamuy, ha puntualizado que «no puede ser que el valor de un pasaporte sea mayor que el de las personas. Vamos a seguir saliendo porque migrar es un derecho y lo vamos a reivindicar cueste lo que cueste”. Mint destaca que «se está pagando a Marruecos para contener la migración y hay que denunciar la deshumanización de las personas que tienen que migrar pagando altos costes. Se hace difícil juntarnos aquí para llorar, pero hay muchas personas que no han podido llorar a sus familiares”.
Finalmente, después de un año sin justicia, exigen que «Marlaska sea cesado, que se abran investigaciones, que se pongan a disposición de las familias los mecanismos para la búsqueda de las desaparecidas». Hay que recordar que en la masacre de Melilla murieron 37 personas, 77 desaparecieron y 470 fueron devueltas en caliente y hoy se cumple un año de aquel atentado contra los derechos humanos.