El pánico ante el aumento de los contagios en nuestra ciudad ha hecho que muchas personas anulen las reservas de las comidas de empresa en los últimos días. El sector de la hostelería pide apoyo a la ciudadanía y recuerdan que siguen manteniendo las medidas de seguridad en sus establecimientos. Han abastecido de género para prevenir la huelga de transportes y han reforzado las plantillas para atender a la demanda de estas fechas, ahora vuelven a verse golpeados por la sexta ola
Los bares y restaurantes de la ciudad llevan recibiendo peticiones de reserva para las tradicionales comidas de empresa, que se suelen celebrar durante los fines de semana de diciembre, desde hace ya unos meses. También intentan hacerse un hueco entre sus mesas aquellas personas que no pueden o no quieren dedicar tiempo para preparar el gran banquete de los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero. El sector de la hostelería no se va de vacaciones en los días claves del año, sino que se refuerza el personal y el género para ofrecer a los ceutíes cenas de Nochebuena y Nochevieja y comidas de Navidad y Año Nuevo.
Sin embargo, cuando creíamos que esta festividad volvía a ser algo parecido a lo que vivimos en 2019, una sexta ola de coronavirus nos dice que todavía no es el momento. En las últimas semanas, Ceuta ha registrado varios días contagios que rondaban el centenar. El parte diario del Ingesa y de la Consejería de Sanidad de la Ciudad Autónoma de Ceuta volvía a engordar. Una ola con muchos contagios, pero menos ingresos hospitalarios y muertes gracias a la vacuna. El Punto Covid se llenaba de colas de coches y de personas que acudían a hacerse test de antígenos por contacto estrecho con positivos o por el temor de ver el virus cada vez más cerca, algunos, más cerca que nunca. Después de meses sin familiarizarnos con este producto, las farmacias de la ciudad nos dicen que los test de antígenos de autodiagnóstico se han agotado en Ceuta. Y aunque el afán por conseguir el Certificado Covid de vacunación se aprecian a las puertas de la administración, hay quienes piensan que no es el momento de hacerle uso y que podemos esperar un poco más.
Esta nueva ola se ha vuelto a cebar con el sector de la hostelería, gravemente golpeado durante la pandemia, y estamos viendo cómo en las últimas semanas se han ido cancelando o posponiendo estas tradicionales cenas de empresa que evidenciaban el fin del teletrabajo y la vuelta a la oficina. Los empresarios y empresarias reciben llamadas de teléfono, y no precisamente para reservar una mesa, sino para cancelar la reserva.
Quino Blanco es el portavoz de los hosteleros de la ciudad, así como propietario de locales de hostelería como La Terraza de Menchu y la Barraca. «El 80% de las reservas de mesas se han anulado este mes en todos los restaurantes de Ceuta», sentencia Blanco, que reconoce que en sus negocios también está recibiendo anulaciones de mesas del día 24 de diciembre, «pero parece que vamos a llenar, porque sale más juventud». El propietario de La Terraza de Menchu y de la Barraca asegura que los locales de hostelería brindan seguridad a los clientes con mesas al aire libre y defiende que «en Ceuta, el día 24 puede ser un gran día para la hostelería, pero ha sido un mes que se queda de regular a malo». Blanco asegura que durante el puente de la Constitución, se celebró el 100% de comidas de empresa y que, posteriormente, fue cuando comenzaron a cancelarse las reservas de forma progresiva en los fines de semana correlativos. Algunos cancelan por temor, otros, para no jugarse las reuniones navideñas con familiares y amigos y esquivar el virus, literalmente.
La huelga de transportes ha hecho que muchos locales de hostelería hayan tenido que prever la situación y proveer de género para estas fechas. Sin embargo, la caída en las reservas ha ocasionado que algunos tengan que congelar carnes y pescados y, otros, echarlo para atrás.
Hay muchas empresas que cobran un precio por la reserva para asegurarse la asistencia o, al menos, que no van a perder el 100% del servicio. Blanco nos explica que esto es algo que no se suele hacer en Ceuta debido a que es una ciudad pequeña y los clientes suelen ser personas conocidas y de confianza. «Entiendo, con mucho dolor, que se anulen las reservas, porque la gente está asustada, lo único que pido ahora mismo es salud. ¿Que nos han fastidiado? Sí, porque con la huelga de camiones yo he abastecido de género con previsión», explica el portavoz de los hosteleros, que añade que son muchos negocios los que han contratado «a 10 o 12 personas más» durante el mes de diciembre y que, algunos, «están de brazos cruzados». Reconoce que el sector de la hostelería recibe apoyo por parte de la Ciudad Autónoma de Ceuta a través del consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Alberto Gaitán, y por parte de la Delegación del Gobierno, a través de la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos: «todos nos están apoyando y están inquietos, el apoyo de las instituciones lo tenemos«.
Pero esto no solo le ha afectado a La Terraza de Menchu o a la Barraca. El Restaurante, situado en la plaza de África, también se ha visto afectado por la caída de las reservas. Su propietario reconoce que venían anotando reservas desde hace ya dos meses, y que en los últimos días se les han caído «hasta siete mesas» a causa del aumento de los contagios. En cuanto al restaurante Ítaca, del Ulises Hotel, aseguran que las reservas «no paran de caer», y que han perdido ya en torno al 50% o 60% de las mesas reservadas. Sin embargo, para el día 24, tienen muy pocas reservas pero estas se mantienen al 80%. Por parte de La Dehesa, cuentan que este fin de semana que era «el crucial» para ellos con mayor volumen de reservas, se les han caído 15 mesas. «La gente ha cogido mucho miedo, y los medios no ayudan», manifiesta su propietario que también explica que hay mucho género que no se va a poder utilizar y otro, como el pescado o la carne, que han tenido que ser refrigerados.
Los empresarios y empresarias piden a la sociedad ceutí apoyo para su sector y reiteran la seguridad en sus establecimientos.