Rachid Sbihi Ahmed
El pasado jueves 9 de enero, Layla Dris Hach-Mohamed asumió su cargo como Comisaria Jefa del Cuerpo Nacional de Policía de Jaén, convirtiéndose en la cuarta mujer en liderar la Policía Nacional en España. Su juramento, realizado ante la Constitución Española en la Delegación del Gobierno, marcó un hito para la institución.
Sin embargo, su designación ha desatado una ola de odio en redes sociales, donde se han publicado numerosos mensajes racistas y discriminatorios, simplemente por el hecho de ser musulmana. Según se ha informado, la policía investiga lo que ya se describe como una campaña de ataque ultra y xenófobo contra la nueva jefa policial.
El racismo: una lacra persistente
El caso de Layla Dris no es un hecho aislado. En España, el racismo se manifiesta en múltiples ámbitos, como el deporte, la política y los medios de comunicación, donde el discurso del odio parece encontrar cada vez más espacios para proliferar.
La irrupción de organizaciones de extrema derecha en el panorama político occidental ha intensificado estos comportamientos, promoviendo narrativas agresivas hacia los inmigrantes y otras minorías. Este contexto fomenta reacciones xenófobas, especialmente en las redes sociales, convertidas en una plataforma para difundir mensajes discriminatorios con aparente impunidad.
Racismo en la política y el deporte
El racismo institucional también ha sido motivo de polémica en la política. Ejemplos como las alusiones racistas de la exdiputada Rocío Monasterio al exdiputado Serigne Mbaye en la Asamblea de Madrid reflejan cómo estas actitudes persisten incluso en el seno de instituciones democráticas.
En el deporte, los insultos racistas son tristemente habituales, especialmente en el fútbol. Jugadores como Vinícius Jr., Lamine Yamal o Nico Williams han sido víctimas de ataques que trascienden lo deportivo. Pese a las denuncias, en muchos casos las sanciones son insuficientes o los delitos quedan archivados.
El internacional brasileño Vinícius Jr. llegó a afirmar que si España no evoluciona en la lucha contra el racismo, no debería ser sede del Mundial de Fútbol en 2030. Por su parte, jugadores como Lamine Yamal y Nico Williams, destacados en la reciente Eurocopa, también han sido objeto de insultos, aunque sus actuaciones sobre el césped terminaron silenciando a los críticos.
La responsabilidad de los medios de comunicación
Los medios de comunicación tienen un papel clave en la lucha contra el racismo. Según el Código Deontológico de la Federación de Periodistas de España, los profesionales deben abstenerse de utilizar descripciones despectivas o prejuiciosas relacionadas con la raza, religión u origen social de las personas.
Asimismo, la Guía de Comunicación sobre Migraciones y Diversidad recomienda evitar referencias innecesarias al origen étnico o cultural de las personas, especialmente cuando se usan con fines tendenciosos o xenófobos. La difusión de discursos de odio no solo perpetúa el problema, sino que convierte a los medios en cómplices de la discriminación.
Combatir el racismo institucional
La lucha contra el racismo requiere esfuerzos conjuntos en varios frentes:
• Educación y sensibilización: Es esencial formar a la ciudadanía en temas de diversidad y derechos humanos para combatir actitudes racistas, tanto conscientes como inconscientes.
• Promoción de la inclusión: Políticas que fomenten la diversidad y la representación de minorías en todas las instituciones son fundamentales para construir una sociedad más equitativa.
• Fortalecimiento de mecanismos de denuncia: Las víctimas de racismo deben contar con canales seguros para denunciar sin temor a represalias.
El caso de Layla Dris es un recordatorio de los retos que aún enfrenta la sociedad española en términos de integración y respeto. Su nombramiento no solo es un logro personal, sino un símbolo de la diversidad que define a la ciudadanía y que debe ser protegida frente al odio y la intolerancia.