Ceuta, 20 de junio de 2025 — La indignación crece entre numerosos ciudadanos ceutíes tras la reciente entrada en funcionamiento del nuevo sistema de aparcamiento del Puerto de Ceuta, adjudicado al empresario Rafael Montero. Desde que se activó la concesión, se han eliminado prácticamente todas las plazas gratuitas en la zona portuaria, lo que ha generado un profundo malestar entre trabajadores, transportistas y vecinos de la ciudad.

La alarma se disparó esta semana cuando el único aparcamiento gratuito —ubicado frente al centro comercial El Corte Inglés— apareció completamente vallado, dejando entrever su posible clausura definitiva. Esta acción, tomada sin previo aviso ni alternativas para los usuarios, ha sido percibida como un ataque directo a la movilidad y una privatización encubierta del espacio público.
“¿Qué va a pasar con los trabajadores del puerto? ¿Van a tener que pagar sí o sí por estacionar?”, se preguntan muchos ceutíes que cada día acceden a la zona portuaria. La situación resulta aún más indignante si se tiene en cuenta que, hasta ahora, el puerto contaba con varias zonas de estacionamiento libre que daban servicio a cientos de ciudadanos.
Las críticas no se han hecho esperar, y muchos apuntan directamente a Rafael Montero, un empresario que ya fue objeto de controversia al ampliar presuntamente de forma irregular una nave en la zona portuaria para posteriormente realquilarla a una administración pública. “¿No tuvo suficiente con aquello? ¿Ahora también quiere quedarse con el estacionamiento? ¿Qué tipo de acuerdo mantiene con la Autoridad Portuaria?”, se preguntan ciudadanos y colectivos que denuncian la creciente privatización del espacio portuario.

Concecionario Mondasu en manos de Rafael Montero
Más preocupante aún es el silencio de las instituciones. Ni la Autoridad Portuaria ni el propio Montero han emitido explicaciones públicas sobre esta transformación radical del uso del espacio. Pero lo que resulta más chocante para muchos es el papel de la oposición política, que, lejos de denunciar lo ocurrido, parece optar por el silencio.
“Están más preocupados por las redes sociales que por defender los intereses de la ciudadanía”, denuncia un portavoz vecinal. “Cuando se trata de beneficios para los de siempre, todos miran hacia otro lado”. Mientras tanto, crece la sensación de que el puerto está dejando de ser un servicio para todos y está pasando a manos privadas con el beneplácito de las instituciones.
El nombre de Rafael Montero vuelve así al centro de la polémica, esta vez como símbolo de una gestión portuaria que, según muchas voces, está cediendo terreno al interés privado a costa del bienestar ciudadano.
Una mafia lo del PSOE no va a ser nada con Ceuta