La Universidad de Salamanca ha aprobado conceder el título de doctor ‘honoris causa’ al ex tenista Rafael Nadal, en una votación que ha generado controversia debido a la oposición de algunos sectores académicos que cuestionan la justificación del reconocimiento.
La Universidad de Salamanca (USAL) ha otorgado el doctorado ‘honoris causa’ a Rafael Nadal, una decisión que no ha estado exenta de polémica. Con un 34% de votos en contra, varios miembros del claustro de doctores expresaron su desacuerdo, argumentando que aunque admiran la carrera deportiva de Nadal, su figura no encaja plenamente en los criterios académicos que normalmente respaldan este reconocimiento.
Críticas y argumentos a favor
Los doctores que se opusieron señalaron que sería más apropiado entregarle la Medalla de la Universidad en lugar del ‘honoris causa’, tradicionalmente reservado para quienes tienen contribuciones destacadas en el ámbito científico o cultural y una conexión más directa con la universidad.
En defensa de Nadal, el decano de la Facultad de Educación, Ricardo Canal, destacó no solo sus logros deportivos sino también los valores de disciplina, humildad, perseverancia y excelencia que representa, los cuales son fundamentales en la formación universitaria. «Nadal es un gran embajador de España y puede serlo también de nuestra universidad», argumentó Canal.
Comparación con Emmanuelle Charpentier
En contraste, la microbióloga francesa Emmanuelle Charpentier recibió casi unanimidad en su reconocimiento, con 263 votos a favor, 2 en contra y 3 en blanco. Charpentier es reconocida por su trabajo en la técnica de edición genética CRISPR-Cas9, que ha revolucionado la investigación científica y médica.
El profesor Alberto Martín Pendás, del Centro de Investigación del Cáncer (USAL-CSIC), defendió su candidatura, destacando las aportaciones pioneras de Charpentier en la ciencia básica y aplicada.
Conclusión
La decisión de conceder el ‘honoris causa’ a Rafael Nadal ha generado un debate sobre los criterios y el alcance de este tipo de reconocimientos, reflejando la tensión entre el mérito académico y el impacto cultural y social.