El portavoz del Grupo VOX, Juan Sergio Redondo, criticó en el pleno la falta de medidas efectivas del gobierno para frenar la quema de vehículos y contenedores en barrios periféricos de Ceuta, calificándolo como «terrorismo callejero». Alejandro Ramírez, en representación del Ejecutivo, defendió que el número de incidentes ha disminuido gracias a la coordinación entre la Policía Nacional y la Local y a mejoras en la videovigilancia
El portavoz de VOX, Juan Sergio Redondo, expresó una firme denuncia sobre la creciente inseguridad en las barriadas periféricas de Ceuta, donde los residentes, según sus palabras, “viven auténticas noches de pánico” debido a la constante quema de vehículos y contenedores. Redondo resaltó que la preocupación por el vandalismo se ha convertido en un tema central para los vecinos, quienes temen dejar sus vehículos en la vía pública, y que en el caso de los contenedores, la ciudadanía ha pedido soluciones como el soterramiento para evitar más incidentes.
Redondo recordó que, desde hace años, VOX ha solicitado al Gobierno local medidas más estrictas y recursos adicionales para combatir estos actos vandálicos. La formación ya planteó en 2021 una moción en la Asamblea para que el Ejecutivo actuara como acusación particular en los casos de quema de vehículos y contenedores y para dotar a la Policía Local de más medios humanos y materiales. “Aunque entonces se nos acusó de alarmismo, en 2022 el gobierno cambió de parecer y propuso un plan contra el vandalismo, pero, dos años después, nada ha cambiado y el problema persiste”, criticó Redondo, señalando que el vandalismo continúa afectando a los barrios sin que haya un plan efectivo en marcha.
Para ilustrar la gravedad de la situación, Redondo detalló que en los años previos la Ciudad Autónoma tuvo que desembolsar 353.000 euros para reponer los contenedores destruidos de forma intencionada entre 2018 y 2020. En la sesión, solicitó un balance de los vehículos y contenedores quemados desde el inicio de la actual legislatura y pidió al gobierno que explique detalladamente qué acciones ha tomado para reducir estos actos de vandalismo.
Alejandro Ramírez, consejero del área de Fomento y portavoz del Ejecutivo en esta cuestión, respondió a las críticas defendiendo los avances alcanzados. Explicó que los datos de criminalidad en Ceuta han mostrado un descenso significativo, con una disminución del 3,4% en el último trimestre en comparación con el aumento del 1,6% a nivel nacional. “Ceuta ha presentado reducciones en el índice de criminalidad año tras año, un logro que responde a un esfuerzo coordinado de las autoridades policiales”, aseguró Ramírez, señalando que la quema de contenedores ha bajado un 76,9% en los últimos tres años y que los incidentes de vehículos incendiados han caído en un 30%.
Ramírez subrayó que en 2023 se produjeron 50 incendios de contenedores, mientras que en lo que va de 2024, esa cifra se ha reducido a 22. Atribuyó estos logros al aumento de personal en la Policía Local y a la colaboración con la Policía Nacional, que ha detenido a más de 11 individuos relacionados con la quema de vehículos y contenedores. Además, detalló que la red de videovigilancia “City” ha sido rehabilitada, lo que ha permitido un mejor control en los puntos conflictivos. “Actualmente, más del 90% del sistema de videovigilancia está en funcionamiento óptimo, lo cual ayuda en la detección y prevención de estos actos vandálicos”, destacó.
Otra de las medidas adoptadas, según el consejero, ha sido la retirada de vehículos abandonados que representan un riesgo tanto de incendio como de acumulación de residuos y problemas de salud pública. Ramírez explicó que en 2023 se retiraron un total de 283 vehículos abandonados y que en lo que va de 2024, la cifra asciende a 140. “El esfuerzo para eliminar estos vehículos ha sido clave para reducir el vandalismo en las barriadas y mejorar la imagen de la ciudad”, aseguró.
La explicación del consejero no convenció a VOX. Redondo reiteró que, aunque el gobierno asegura que ha habido mejoras, los vecinos siguen experimentando inseguridad y que los incendios siguen afectando su vida diaria. “Este problema no se solucionará solo con datos o con promesas de cámaras. Necesitamos medidas firmes y compromisos reales para proteger a los ceutíes y que el gobierno actúe sin demora”, concluyó.
La interpelación puso en evidencia la polarización en torno a la percepción de la seguridad en Ceuta, en particular en sus barriadas periféricas, donde la ciudadanía sigue solicitando medidas concretas que terminen con el vandalismo y la destrucción de bienes públicos. El debate sobre el impacto del plan de videovigilancia y la efectividad de la coordinación policial parece ser solo el principio de una discusión más profunda sobre cómo restaurar la tranquilidad en estas áreas de la ciudad.