La Salvamar Atria ha rescatado en la mañana de este miércoles a 18 personas que viajaban a bordo de una embarcación intentando llegar a costas peninsulares. El aviso fue dado por la Guardia Civil, se encontraban a siete millas al norte de Ceuta. Uno de los jóvenes ha sido trasladado al HUCE. La crisis económica que sufre el norte de Marruecos continua provocando una huida de jóvenes que pretenden mejorar sus condiciones en Europa
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil ha interceptado a las 07:11 horas de la mañana de este miércoles, una embarcación neumática con 18 personas a bordo. Se encontraban a siete millas al norte de Ceuta, en mitad del Estrecho del Gibraltar, según ha confirmado Salvamento Marítimo a El Foro de Ceuta.
Desde el Instituto Armado dieron aviso al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Tarifa para que coordinasen el protocolo, activando a la Salvamar Atria, procediendo al rescate de los 16 hombres y las dos mujeres que viajaban a bordo. Según ha podido saber este medio, la embarcación habría salido desde Ceuta.
La lancha utilizada para migrar, una goma de color negro de pocos metros de eslora, ha sido requisada por la Guardia Civil y remolcada hasta la base del Servicio Marítimo en el Puerto Deportivo.
En principio, todos se encuentran en aparente buen estado de salud, excepto uno, que ha necesitado ser atendido por tener síntomas de hipotermia y una fuerte bajada de tensión, teniendo que ser trasladado en ambulancia al Hospital Universitario de Ceuta.
Atención por Cruz Roja
Las 18 personas migrantes están siendo atendidas por el ERIE de Cruz Roja tras su llegada a puerto pasadas las 08:30 horas, donde se les realizarán labores de triaje adaptado a la detección del COVID-19, así como test rápidos en base al protocolo establecido por la Secretaría de Estado de Migraciones.
Expediente de expulsión para las personas magrebíes
Tras la filiación por parte de la Policía Nacional, comprobarán a través de los datos aportados por los jóvenes, cuántos de ellos ya estaban ya filiados. En este caso, al confirmar que la embarcación habría realizado la salida desde la ciudad autónoma, no se contabiliza como llegada de nueva persona migrante, ya que ya estaban filiadas.
En cuanto a las personas que no soliciten protección internacional, en caso de que se trate de adultos, se procederá a la emisión de un expediente de expulsión que quedará suspendido hasta que se reabran los pasos fronterizos de las fronteras de España y Marruecos, quedando en situación de calle hasta que se reabran las fronteras y sean devueltos o hasta que consigan continuar con su periplo migratorio hacia la Península, que es lo que pretenden en su mayoría. En caso de que hubiese menores de edad, pasarán al Centro de Menores, donde serán tutelados por la Ciudad Autónoma.
Desesperación en el norte de Marruecos
La crisis económica que sufre el norte de Marruecos, provocada en gran parte por el fin del contrabando de mercancías, que empleaba a miles de personas en los pueblos norteños, así como por el cierre de la frontera con Ceuta provocado por la pandemia del coronavirus, y que ha dejado a otras miles que trabajaban en Ceuta en el servicio doméstico o en el sector servicios y de la construcción en el paro, provoca que cada día decenas de jóvenes intenten llegar a Ceuta a nado o en embarcaciones precarias.
Ya son dos las semanas de protestas en la localidad vecina de Castillejos (Fnideq), donde los jóvenes, y no tan jóvenes, claman por la reapertura del paso fronterizo de Bab Septa/Tarajal para poder volver a trabajar en Ceuta, tras casi un año del cierre, y la grave situación de crisis por la que atraviesan.
El cierre de la frontera y con él, la falta de trabajo para las ciudades del norte de Marruecos, ha sido el motivo que ha llevado a miles de personas a salir a la calle a reclamar el fin del cierre y a decenas de ellas a intentar migrar para conseguir un empleo con el que mantener a sus familias.
Desapariciones y muertes en la Frontera Sur
La historia de Jawad, Hamid, Ayoub o Bilal forman parte de las desapariciones y fallecimientos no contados en ninguna estadística, excepto en las que realizan algunas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Caminando Fronteras o la APDHA.
En este caso, esta embarcación con 18 personas ha corrido mejor suerte, y aunque no han llegado a las costas andaluzas, por lo menos han sido trasladados a puerto seguro.