Remedios y Vicenta, de 87 y 82 años respectivamente, nunca imaginaron que podrían reencontrarse con la memoria de su tío abuelo Joaquín Llin Roig. Tras ser llamado a filas durante la Guerra Civil Española, Joaquín desapareció, dejando a su familia sin respuestas. Décadas después, un hallazgo en Francia ha permitido a sus descendientes conocer su destino.
El programa En Portada contactó al historiador Joan Morell, quien, gracias a la investigación sobre el apellido Llin, logró conectar con los descendientes de Joaquín. Una urna encontrada en el desván del ayuntamiento de Septfonds contenía pertenencias de 42 soldados republicanos, entre ellos Joaquín Llin Roig.
El profesor de historia Philippe Guillén fue encargado de inventariar los objetos encontrados en la urna. Durante meses, estudió documentos, cartas y fotografías, descubriendo historias personales de los soldados. En 2020, publicó un cómic titulado Un Republicano español: muerto a los 20 años, para dar a conocer estas historias olvidadas.
Las condiciones en el campo de concentración de Judes, donde estos soldados estuvieron prisioneros, eran deplorables. Muchos enfermaron y murieron sin que sus familias supieran de su destino. Los objetos encontrados han sido trasladados al Archivo Departamental de Montauban, donde se custodian como testimonio de su sacrificio.
Historiadores y familiares trabajan incansablemente para localizar a los descendientes de estos soldados. No solo se han encontrado documentos de identidad, sino también objetos personales que cuentan historias de amor y esperanza en medio de la adversidad.
Yolanda Loza, una de las descendientes, comenzó su búsqueda en 2017. Gracias a la ayuda de investigadores, descubrió que su abuelo había estado en Septfonds. Al ver las pertenencias de su abuelo, sintió que recuperaba una parte de su historia familiar perdida.
La historia de estos 42 soldados es un recordatorio de las vidas truncadas por la guerra y el exilio. Sus descendientes continúan luchando por recuperar sus memorias y darles el reconocimiento que merecen. Como dice Sandra Solà, «Es como devolver la vida a alguien que no existía».