Remedios y Vicenta, de 87 y 82 años respectivamente, nunca imaginaron que podrían reencontrarse con su tío abuelo Joaquín Llin Roig. Llamado a filas durante la Guerra Civil Española, Joaquín partió a la guerra a los 21 años y nunca regresó. Décadas después, gracias a la investigación del historiador Joan Morell, su memoria ha sido recuperada.
Una urna de madera encontrada en el desván del ayuntamiento de Septfonds, Francia, contenía pertenencias de 42 soldados republicanos españoles, entre ellos Joaquín. Estos objetos, olvidados desde los años 40, han sido trasladados al Archivo Departamental de Montauban para su conservación.
El historiador Philippe Guillén, hijo de un exiliado español, dedicó meses a estudiar estos hallazgos. Su trabajo culminó en la publicación de un cómic titulado Un Republicano español: muerto a los 20 años, que narra las historias de estos soldados.
Los 42 soldados, cuyas edades oscilaban entre los 17 y los 48 años, murieron en el campo de concentración de Judes, en Septfonds. Sus familias, ignorantes de su destino, sufrieron el silencio impuesto por la dictadura y el paso del tiempo.
Las condiciones en el campo eran deplorables. Los prisioneros, huyendo de la represión franquista, encontraron un entorno hostil donde muchos enfermaron y murieron. En Septfonds, un cementerio guarda las tumbas de 81 soldados republicanos, incluidos los 42 cuyos objetos fueron hallados.
La búsqueda de descendientes ha sido una tarea ardua pero gratificante. David Fraile, por ejemplo, descubrió que su tío abuelo, Jesús Fraile Sacristán, murió de tifus en Septfonds en 1939. La familia de Jesús ahora tiene la oportunidad de conocer más sobre su historia.
Yolanda Loza, tras años de investigación, logró rastrear la historia de su abuelo Ignacio Loza Santodomingo hasta el campo de Septfonds. Al ver los objetos de su abuelo, Yolanda sintió que estaba devolviendo la vida a alguien que había desaparecido en el tiempo.
Este proceso de recuperación de la memoria histórica no solo honra a los fallecidos, sino que también ofrece a sus descendientes un sentido de conexión con su pasado. Como dice Sandra Solà, quien también busca respuestas sobre su tío abuelo, es como devolver la vida a alguien que no existía.