Los equipos de rescate del estado de Rajastán, en el norte de la India, recuperaron este miércoles el cuerpo sin vida de una niña de tres años que había quedado atrapada en un pozo durante diez días. El trágico desenlace conmociona al país, que exige medidas más estrictas para evitar incidentes similares.
Tras diez días de angustiosas labores de rescate, los equipos desplegados en el distrito de Bundi, en Rajastán, lograron recuperar este miércoles el cuerpo de la pequeña Kajal, una niña de tres años que había caído accidentalmente en un pozo abierto cerca de su hogar mientras jugaba. La tragedia ha generado una ola de tristeza e indignación en India, donde este tipo de incidentes son recurrentes en áreas rurales.
La operación de rescate movilizó a equipos especializados, maquinaria pesada y cámaras de vigilancia, además de un suministro constante de oxígeno hacia el fondo del pozo, que tenía una profundidad de 20 metros. Sin embargo, las complicadas condiciones del terreno y la estrechez del pozo dificultaron enormemente los esfuerzos para acceder a la menor.
Según las autoridades locales, Kajal había quedado atrapada en una posición que complicó la excavación paralela al pozo, lo que prolongó el tiempo del operativo. Los rescatistas encontraron su cuerpo sin vida tras una intensa jornada final de excavación, lo que confirma que llevaba varios días fallecida.
Indignación por la seguridad de los pozos
Este trágico caso ha reavivado el debate sobre los pozos abandonados en la India, especialmente en áreas rurales donde estos agujeros abiertos representan un riesgo constante para los niños. Organizaciones de derechos infantiles han denunciado la falta de acción gubernamental para sellar los pozos abandonados, a pesar de tragedias similares registradas en años recientes.
«Es inaceptable que sigamos perdiendo vidas inocentes por negligencias evitables. Urge una regulación más estricta y un compromiso real para cerrar estos pozos», señaló una portavoz de Save the Children India.
Reacciones oficiales
El ministro jefe de Rajastán, Ashok Gehlot, expresó sus condolencias a la familia de Kajal y prometió tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad en las comunidades rurales. «La pérdida de una vida tan joven es desgarradora. No escatimaremos esfuerzos para evitar que estas tragedias vuelvan a ocurrir», afirmó en un comunicado.
Mientras tanto, los restos de la pequeña Kajal han sido entregados a su familia para su última despedida, en un ambiente de luto colectivo que evidencia la necesidad de cambios estructurales para prevenir futuros incidentes.