Remedios y Vicenta, de 87 y 82 años, jamás imaginaron que podrían reencontrarse con su tío abuelo Joaquín Llin Roig. Llamado a filas durante la Guerra Civil Española, Joaquín dejó un vacío en su familia que ahora, 85 años después, comienza a llenarse gracias a un descubrimiento inesperado en Francia.
El programa En Portada ha colaborado con el historiador Joan Morell para rastrear a los descendientes de Joaquín, quien murió en el campo de concentración de Septfonds. Una urna de madera, hallada en el desván del ayuntamiento de Septfonds, contenía pertenencias de 42 soldados republicanos, entre ellos Joaquín.
El profesor Philippe Guillén, hijo de un exiliado español, fue encargado de inventariar los objetos encontrados. Su trabajo reveló carteras, documentos y cartas que contaban las historias de estos soldados. Inspirado por estos hallazgos, Guillén publicó un cómic titulado Un Republicano español: muerto a los 20 años, para dar a conocer estas historias olvidadas.
Las condiciones en el campo de concentración eran deplorables. Los soldados, que habían huido de la represión franquista, se encontraron con un entorno hostil y enfermizo. Muchos murieron de enfermedades como tifus y tuberculosis, y sus familias nunca fueron notificadas.
Hoy, historiadores y familiares trabajan incansablemente para localizar a los descendientes de estos soldados. Objetos personales como hojillas de afeitar y cartas han sido claves para reconstruir sus historias. El Archivo Departamental de Montauban ahora custodia estos valiosos recuerdos.
Para personas como David Fraile y Yolanda Loza, descubrir estos objetos ha sido una experiencia profundamente emotiva. David, tras la muerte de su padre, decidió investigar sobre su tío abuelo Jesús Fraile Sacristán, encontrando su nombre en la lista de soldados fallecidos en Septfonds. Yolanda, por su parte, ha luchado por recuperar los objetos de su abuelo Ignacio Loza Santodomingo.
El viaje de Sandra Solà también ha sido significativo. Creyendo que su abuelo era hijo único, descubrió la existencia de su tío abuelo Joan Mabras Torrent gracias a un historiador. Para ella, este hallazgo es como devolver la vida a alguien que no existía.
Estos esfuerzos por recuperar la memoria de los soldados republicanos no solo honran a los fallecidos, sino que también ofrecen un cierre emocional a sus familias. La historia de estos 42 soldados es un recordatorio de la importancia de preservar la memoria histórica y de seguir buscando justicia para aquellos que fueron silenciados por la historia.