En el transcurso del Debate del Estado de la Ciudad de Ceuta, la intervención de Vox ha sido un punto álgido de la jornada, marcada por una oratoria vigorosa y un discurso contundente que no ha dejado indiferente a nadie
Desde las primeras palabras, el representante de Vox ha tomado la tribuna con la firmeza propia de quien sabe que su voz es la de muchos ceutíes que esperan ser escuchados. «Nos toca a nosotros intervenir después de haber escuchado ya bastante», comenzó, reflejando la dedicación y atención que su formación ha brindado al debate desde el inicio.
Con una dosis de ironía, el portavoz de Vox hizo una referencia jocosa al estado resbaladizo de la tribuna, comparándolo con el nivel de cera que había dejado el grupo MDyC durante su intervención. Esta sutil crítica no pasó desapercibida, mostrando el tono incisivo con el que abordaría los temas cruciales para la ciudad.
Pero la intervención de Vox no se limitó a las anécdotas. Con vehemencia, denunciaron la diáspora permanente que sufren los ceutíes, obligados a emigrar a la península en busca de oportunidades laborales que no encuentran en su tierra natal. Responsabilizaron al gobierno local de mantener una economía sin rumbo, diseñada para beneficiar a unos pocos y dejar atrás a la mayoría.
La crítica al gobierno del Partido Popular y sus «amiguetes» fue una constante en el discurso de Vox, quienes señalaron que las medidas propuestas para combatir el desempleo, como convertir a Ceuta en un megacasino virtual, son meros parches que no solucionan el problema de fondo.
La situación de la economía ceutí fue descrita como desoladora, con sectores como la pesca, el turismo y el comercio minorista completamente hundidos o gravemente afectados. Se criticó la falta de diversificación económica y la inacción del gobierno para impulsar un cambio real en el tejido empresarial de la ciudad.
El portavoz de Vox no dudó en confrontar al presidente Juan Vivas, recordándole que desde que llegó al gobierno, Ceuta ha visto aumentar dramáticamente el número de desempleados, pasando de 5.000 a casi 11.000 en dos décadas. Esta realidad contrasta con las promesas de progreso y desarrollo que el gobierno ha repetido una y otra vez.
La crítica también se extendió al ámbito educativo, donde Ceuta ocupa el primer puesto en España en resultados educativos más bajos y en tasas de abandono escolar más altas. Este fracaso fue atribuido a la falta de acción por parte del gobierno para mejorar la calidad de la enseñanza y garantizar oportunidades equitativas para todos los jóvenes ceutíes.
Pero no todo fueron críticas. Vox presentó propuestas concretas para mejorar la situación de la ciudad, como la rehabilitación de los barrios más degradados, el apoyo a los servidores públicos y la lucha contra la inseguridad que aqueja a muchas zonas de Ceuta.
Sin embargo, lamentaron que estas propuestas hayan caído en saco roto debido a la falta de apoyo de los socios del gobierno local. Se instó a Juan Vivas a tomar medidas concretas y a dejar de lado las excusas, asumiendo la realidad y trabajando por el verdadero progreso de la ciudad.
Redondo concluyó dirigiéndose a Vivas diciéndole que » la justicia aunque ande cojeando, deja de acusar al villano por su carrera».
En resumen, la intervención de Vox en el Debate del Estado de la Ciudad fue un llamado a la acción, una voz que denunció los problemas y ofreció soluciones, recordando que los ceutíes merecen un futuro mejor y que es responsabilidad del gobierno hacerlo posible.