El Reino Unido enfrenta un nuevo reto migratorio tras registrar un aumento del 25% en el número de migrantes que cruzaron el Canal de la Mancha en 2024. Las cifras publicadas el 1 de enero de 2025 confirman un récord en las llegadas, lo que ha llevado al gobierno a explorar medidas más estrictas para controlar la situación.
El gobierno del Reino Unido ha revelado que en 2024 se registró un incremento del 25% en el número de migrantes que cruzaron el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones, en comparación con el año anterior. Estas cifras, divulgadas el 1 de enero de 2025, confirman que miles de personas continúan arriesgando sus vidas en una travesía peligrosa para llegar al país.
El primer ministro, Rishi Sunak, calificó la situación como «un desafío nacional» y aseguró que su administración está comprometida a encontrar soluciones viables para reducir el flujo de migrantes. «Es fundamental reforzar nuestras fronteras, pero también trabajar en colaboración con nuestros socios internacionales para abordar las causas fundamentales de la migración», señaló en un comunicado.
Entre las medidas que el gobierno evalúa se incluyen el aumento de patrullas en el Canal de la Mancha, el refuerzo de acuerdos con Francia y otros países europeos para gestionar las llegadas, y una revisión de las leyes de asilo. Además, se está considerando la posibilidad de ampliar las deportaciones hacia países seguros, aunque esta propuesta ha generado críticas de organizaciones de derechos humanos.
Por su parte, el Partido Laborista ha cuestionado la efectividad de las políticas actuales y ha pedido un enfoque más humanitario que incluya vías legales para los solicitantes de asilo. Según su portavoz de interior, «las soluciones deben centrarse en salvar vidas y no en criminalizar a quienes buscan refugio».
La presión sobre el sistema migratorio británico sigue en aumento, con albergues abarrotados y procesos de asilo que enfrentan largas demoras. Mientras tanto, las comunidades costeras del sur de Inglaterra, como Dover, han reportado tensiones debido al impacto de las llegadas masivas.
La crisis migratoria continúa siendo un tema divisivo en el Reino Unido, y los próximos meses serán cruciales para definir la dirección de las políticas migratorias del país.